La espiral de violencia que se ha estacionado en el puerto de Acapulco, puede ser factor de riesgo que ahuyenta al turismo de alto poder adquisitivo e impida tener una buena temporada de Navidad y Año Nuevo.
El presidente del Colegio Internacional de Profesionales Especializados en Turismo y Gastronomía en su capítulo Guerrero, José Luis Basilio Talavera, lamentó que este destino de playa se esté convirtiendo en un escenario de balaceras, bloqueos y homicidios dolosos.
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"Es una publicidad negativa que va influir en el ánimo de los turistas y podrían cambiar de destino turístico en este año, lo que impactará en los índices de ocupación hotelera en estas fiestas decembrinas", señaló.
El turistólogo consideró que esto hace urgente dejar a un lado el discurso fácil y no estar echándose la bolita de quien debe de prevenir y perseguir los delitos, sino realmente coordinar acciones que pongan alto a la violencia.
El ex secretario de Turismo Municipal, Basilio Talavera, aceptó que el periodo de vacaciones de verano no fue tan malo, pero pudo ser mejor si no hubiera detonado el problema de la inseguridad.
Además, alertó que se sufrió la pérdida del turismo de alto poder adquisitivo y se captó paseantes que no consumen, es decir, que son los que se surten de las grandes cadenas comerciales, ocupan tiempo compartido y llevan su propia comida a la playa.
Pero al margen de lo anterior, lo que realmente preocupa es que la inseguridad siga siendo la postal del puerto de Acapulco, porque de ser así, el panorama será complejo y de una importante baja de corrientes de turistas de poder adquisitivo en estas fiestas decembrinas.