A cuatro días de que la ciudad de Chilpancingo se quedara sin transporte público como consecuencia de ataques del crimen organizado a choferes de urvans y taxis, el gobierno de Evelyn Salgado Pineda, anunció que paulatinamente se estará restableciendo el servicio resguardados por más de 500 elementos de la policía, militares y Guardia Nacional, quienes desplegaron toda su capacidad de fuerza para brindar seguridad a los transportistas.
El pasado lunes 5 de febrero tras una jornada violenta que dejó seis trabajadores del volante asesinados y un taxi incendiado, el servicio de transporte en Chilpancingo fue paralizado, como consecuencia las escuelas suspendieron clases, muchos negocios cerraron sus puertas y en las oficinas del gobierno sólo llegaron aproximadamente la mitad de sus trabajadores.
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Este un grupo de transportistas realizaron una marcha con la que expresaron tener mucho miedo por las amenazas y las agresiones que han sufrido, sin embargo se armaron de valor para poder salir a las calles a exigir justicia y seguridad.
La convocatoria para la manifestación se hizo durante la tarde del miércoles, y se invitó a la ciudadanía en general a sumarse a este clamor para que haya paz en la ciudad, y que se restablezca la normalidad en el sector economía porque solo del transporte obtienen sus sustento cerca de 3 mil familias de la capital.
El gobierno del estado ofreció tener una mesa de trabajo con los manifestantes, pero estos decidieron seguir su protesta para visibilizar el problema que se ha generado en la capital ante la inacción gubernamental.
Por su parte la novena región militar anunció el arribo de 300 elementos de la Guardia Nacional que se sumarán a los trabajos de seguridad que se están reforzando en la capital, estos elementos instalarán 11 bases de operaciones en diversas partes de la ciudad y estarán apoyados por vigilancia aérea con helicópteros de la fuerza aérea.
Esporádico paso de taxis
A pesar del anuncio de refuerzo policiaco y militar las unidades del transporte público en modalidad de urvan simplemente no salieron a trabajar y fueron vehículos de emergencia del municipio de Chilpancingo los que prestaron apoyo a algunas personas en la zona del mercado Baltazar R Leyva Mancilla.
Por la tarde algunos taxis se empezaron a ver recorriendo las calles pero estos se negaban a ir a colonias apartadas por el mismo temor de que fueran agarrados por allá, por ejemplo una mujer que pretendía viajan hasta la colonia la candelaria el taxista le indicó que lo más lejos que la podría llevar sería a la colonia el Amate y de ahí ella tendría que caminar. Lo que implicaría cerca de un kilómetro antes de su destino.
