Prestadores de servicios náuticos de Acapulco, viven sometidos en una crisis económica ante la falta de cientos de embarcaciones que requieren para realizar sus actividades laborales en las distintas playas del puerto.
El propietario de embarcaciones en las playas de Acapulco y dirigente prestadores de servicios náuticos, Juan Carlos Lagunas, dijo que la situación después del huracán ha sido muy difícil para más de 1600 familias que viven de esta labor, porque no tienen recursos para reparar sus lanchas o yates.
Manifestó que de un censo de mil 500 embarcaciones, que funcionaban hasta antes del huracán, hoy en día solo un 30 de éstas, se encuentran en buen estado dando servicio a los turistas y acapulqueños que requieren de algún paseo en la bahía.
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“Ha sido muy difícil para recuperar y reparara las embarcaciones, ya que se requiere de un presupuesto que va desde los 400 a los 500 mil pesos para recuperarla, considerando la rehabilitación, así como la reparación de motores que son los más caros, en algunos casos, estamos sacando partes de las lanchas y yates hundidos en el mar, para utilizar las piezas”, dijo.
Indicó que lo más complicado es que no se tiene ningún apoyo por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, para recuperar las fuentes de empleo y los ingresos que estas representan para cientos de familias que viven directamente de estas embarcaciones que fueron destruidas por el huracán Otis.
Juan Carlos Lagunas, dijo que han acudido a bancos y a empresas crediticias en busca de créditos que ayuden a recuperar las embarcaciones, sin embargo, ante la falta de ingresos, se les ha negado, por lo que hizo el llamado a las autoridades a que los respalden siendo gestores.
Agregó que no quieren de regalo el préstamo económico ya que están dispuestos a pagarlos en tiempos considerables y con intereses que estén en sus posibilidades.
Manifestó que son más de mil 500 las embarcaciones como lanchas de distintas dimensiones y yates las que requieren ser rehabilitadas para volver a tener una reactivación económica de cientos de familias que a cuatro meses del paso del fenómeno natural, siguen sufriendo una severa crisis.