Ciudadanos acapulqueños cuestionaron las acciones vandálicas realizadas por colectivos feministas que participaron en la marcha del 8M con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Hombres y mujeres abordados sobre el tema, coincidieron que no se soluciona nada con más acciones violentas como los daños y destrozos efectuados en el parque Papagayo y la infraestructura urbana.
Las feministas que marcharon la tarde de este miércoles del zócalo al asta bandera, realizaron destrozos en paradas de autobuses donde se colocaron cartelones alusivos al día de la mujer, donde rompieron con martillos vidrios y derribaron parte de la cerca perimetral del parque, donde además pintarrajearon el muro de acceso principal.
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“Por mí que quemen todo y que también lo rompan ya que las personas hablan desde su privilegio ¿a qué mujer en tu vida tendrían que matar para que te preocupe la violencia de género, es más una fachada que una vida?”, cuestionó Kaori Bernal.
Matías Linares opinó que la forma es lo que molesta, al final de cuentas vandalizando no logran reparar la pérdida o el daño, “las casetas (privadas) y las cosas públicas no tienen nada que ver con el daño que ellas sufren, tampoco somos todos violadores ni acosadores”.
Él como muchos hombres se sumó al llamado y a la exigencia para que las mujeres sean respetadas en todos los sentidos y tratadas de igual manera.
Diana Carolina Cobo Ochoa refirió que los 365 días del año hay muertas, violadas y desaparecidas y este día mamás de niñas desaparecidas, amigas, hermanas, primas, reclaman la ineficacia de las autoridades.
“Es un día contra 364 en donde nadie hace nada, nadie dice nada, no son formas pero, tampoco es forma que las autoridades cierren carpetas porque les da flojera, o las mantengan abiertas durante años”.
La gran mayoría de las mujeres minimizaron tales actos concluyendo que una reja se vuelve a poner, y la vida de las mujeres asesinadas y desaparecidas no.
Finalmente, Michel Moreno señaló que los actos vandálicos son innecesarios, están en su libre expresión pero sin tener que dañar, “las pintas son tolerables pero el destruir está mal porque tenemos que ver qué esas reparaciones se pagan de nuestros impuestos. Se pueden hacer marchas de manera energética y también tienen peso”.
