Entró la noche y el zócalo de Acapulco, que es un sitio emblemático del puerto se transforma, se convierte en un mercado ambulante donde de hambre y antojo no mueres porque encuentras una variedad de tacos, elotes, esquites, aguas, chocomilk, nieves y hasta artesanías.
En estas vacaciones de invierno, esta plaza se llena turistas y residentes que además de encontrar comida a precios módicos, también encuentran los enormes adornos que el gobierno municipal instaló para tomarse la foto del recuerdo y sentir las fiestas decembrinas.
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Los payasos que ofrecen su show a los niños que acuden al lugar, la música pirata a todo volumen por vendedores ambulantes también forma parte de esta transformación del zócalo por las noches.
Recorrer el zócalo de Acapulco, que es un poco difícil caminar en medio de tantos puestos ambulantes que han sacado hasta la plaza sillas y mesas para ofrecer sus alimentos, además de sitios con fétidos olores a basura y orines.
Pero la otra imagen del zócalo de Acapulco son las personas con discapacidad mental, que ante la vista de turistas y residentes los encuentran acostados en el piso, algunos casi sin ropa y en medio de basura.
En esta plaza donde en breve tendrá su kiosco se encuentra la variedad de alimentos en medio de olores de aguas negras y sitios con poca luz.