A raíz de la devastación que dejó a su paso el huracán Otis, el puerto de Acapulco, se quedó sin árboles y su paisaje son de cerros pelones, quedando a merced de las altas temperaturas y esto alimenta el riesgo de que se produzca un incendio y daños a la salud de las personas.
Los ambientalistas han dado la alarma y urgen a los tres órdenes de gobierno a acelerar un programa de reforestación, de tal forma de reducir el calor que golpea por las mañanas a este destino de playa, que expone a la población a tener problemas de deshidratación o sufrir un golpe de calor.
La presidenta de Corazones Ambientalistas, Mónica Corazón Gordillo, explicó que para recuperar las áreas verdes llevará de cuatro a cinco años, porque las rachas de viento de más de 300 kilómetros por hora despegaron de raíz varios árboles y a otros los mutilo, quedando solo las ramas.
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Otro problema que ha pasado desapercibido es que, en este proceso de reconstrucción, se está manejando químicos altamente inflamables, tanto para pintar las fachadas y muebles, así como en recubrimiento que están haciendo en interiores de los inmuebles que sufrieron daños.
Tal situación alimenta el riesgo de que una simple chispa origine una conflagración, lo que sería la puntilla para aquellas construcciones que están en proceso de reparación, máxime que no hay agua y el personal de bomberos carece de las herramientas para hacer frente al voraz elemento.
El titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado de Guerrero, Roberto Arroyo Matus, anunció que, con el apoyo de efectivos del Ejército Mexicano, están realizando operativos para decomisar artefactos pirotécnicos que se están vendiendo clandestinamente en esta temporada de Navidad y Año Nuevo.
Aunque no lo cito, pero al desprenderse la palapa del 80 por ciento de los casi 300 restaurantes que funcionan a lo largo de la bahía, todo el escombro y los restos de este material todavía no se ha podido retirar al cien por ciento, en algunos puntos sigue expuesto a cielo abierto.
A esto hay que añadir que la nueva palapa que se esta colocando es otro elemento que esta expuesto a los riesgos de que se suscite un incendio, toda vez que en estos festejos de nochebuena suele lanzarse todo tipo de pirotecnia y no es difícil entender lo que ocurriría.
Por eso el funcionario estatal señaló que realizan recorridos en tianguis, mercados y en algunos establecimientos para verificar que cuenten con sus permisos en regla, pero también que no excedan la cantidad de pólvora permitida para su venta.
Aunque, Arroyo Matus, hasta el momento, dijo, que no se han hecho decomiso alguno, pero aseguró que se intensificarán los operativos y se mantendrán durante estos festejos con motivo del Fin de Año.