Ante la cuesta de enero las casas de empeño se han visto abarrotadas por decenas de acapulqueños para hacerle frente a sus principales necesidades en este mes más complicado del año.
Son largas las filas las que esperan para poder ser evaluados sus objetos e intercambiarlos por dinero, entre ellos destacan las prendas de oro, electrodomésticos y automóviles, informó Ana Paula empleada de uno de esos negocios.
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“Regularmente los meses con más concurrencia de clientes es en octubre y enero porque se quedan sin dinero por las fiestas decembrinas, por los estrenos, regalos y las vacaciones”, detalló.
Los trámites son sencillos, el principal es que el objeto a empeñar este en buen estado y una identificación oficial, aunque el préstamo sea poco para la mayoría cumple para poder salir de sus compromisos económicos.
De acuerdo a la Asociación Nacional de Casas de Empeño, en México se tiene un alto porcentaje de la población económicamente activa que no tiene accesos a créditos bancarios, pero si tiene necesidades concretas de financiamiento.
El señor Miguel Valencia consideró que en el último mes del año es complicado ahorrar debido a las fechas de celebración, ya que prefieren pasar momentos agradables con la familia en una buena cena que preocuparse por lo que vendrá.
“Con mi sueldo que tengo me es imposible tener un ahorro en los últimos meses del año, está el gasto de las cenas, los hijos quieren estrenar y pues uno de los da y ahora en enero está lo complicado porque no se tiene más que para medio comer”.
Y es que en este primer mes del año los comerciantes realizan ajustes en los precios de productos y servicios, de acuerdo con la inflación en México, lo que impacta el bolsillo a todos los mexicanos pero sobre todo a las amas de casa a quienes se les ve más visitando diversas casas de empeño.
Según Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), el precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria, fue de mil 795.90 pesos, un aumento promedio de 20.32 pesos lo que afecta aún más a las personas con bajos recursos
Los precios de la canasta básica están en su nivel más alto en 21 años, para el primer trimestre del 2022 lo que afecta aún más a las personas con bajos recursos y amenaza con detener la ya de por sí frágil recuperación de la economía.
Las verduras como el jitomate, cebolla, calabacita, azúcar, café, la carne, el aceite son algunos de los productos de primera necesidad que más han incrementado por la inflación.
