Es el sacrificio y compromiso con la patria de la Sargento Segundo Auxiliar Conductor de la SEDENA Gisela Guadalupe Córdoba Suárez, quien no puede cuidar ni jugar con su pequeño Gibran de 2 años por servir a la nación.
La madre acapulqueña solo ve a su hijo cada 30 días, ya que él vive en la Ciudad de México, con sus abuelos paternos, por la dificultad de la labor que desempeña en el puerto.
Ella se desempeña como conductora de vehículos diésel de 6.5 toneladas, de 8 velocidades con 4 altas y 4 bajas, así como de camionetas Cheyenne lo que le ha permitido transitar por cientos de vías a lo largo de 5 años y en algunas ocasiones por más de 7 horas.
Gisela inicia su día a las 5:30 de la mañana, se prepara para salir de su domicilio ubicado en la colonia Zapata, para llegar antes de las 7:30 a las instalaciones del cuartel general de la IX Región Militar en Cumbres de Llano Largo y pasar lista para después incorporarse a sus actividades.
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El servicio de transporte lo llevan comúnmente los hombres, sin embargo, para ella lo que hace un hombre como cambiar una llanta entre otras cosas, sin ningún problema también lo hace una mujer.
“Soy muy aventada, bien rejega cuando me dicen tú no puedes yo sé que sí puedo y se los demuestro”, expresó.
El formar parte de las filas del Ejército Mexicano era uno de los sueños, que compartían ella y su novio actualmente esposo quien también es elemento de la SEDENA y pertenece al 56 batallón de infantería como cabo ayudante de Contabilidad.
“Lo que más me llamó la atención de ser parte de estas fuerzas armadas fue el portar el uniforme, no cualquiera se atreve el estar aquí abarca muchas cosas desde un veterinario, hasta un artillero”, expresó.
Ella ingresó a la edad de 22 años y lleva más de 5 años en el ejército, 2 años siendo mamá y casi un año de sargento.
Sus papás y suegros están orgullosos de ella y de su esposo ya que ellos tienen una estabilidad que muy pocos trabajos les dan además de tener la facilidad de cuando se van de retiro, son muy bien remunerados.
Para ella, el sacrificar su tiempo con su pequeño tiene dos motivos; principalmente el darle un excelente fututo, y cumplir su meta de ser oficial al cual solo le falta un grado más.
La Sargento Segundo aprovecha sus vacaciones para programarlas con su esposo para ver a su hijo ya que además de tener disciplina se tiene moral y ambos pueden pedir sus días las mismas fechas para darle el amor y cariño al pequeño Gibran.