Un tanque de gas, una estufa y un cazón, son los instrumentos de trabajo de don Martin, para preparar los deliciosos churros artesanales, que vende desde hace 45 años en el mercado de la Progreso.
A partir de las 8:00 de la mañana llega a este centro de abasto, sobre la calle Bernal Díaz del Castillo, en donde junto con un ayudante, instala sus instrumentos de trabajo y una mesa en donde prepara la materia prima.
Ayudado de una máquina, donde está el molde, salen los churros y se colocan al cazo, en donde los fríe a fuego lento, cuidando que alcancen un dorado uniforme y después de escurrirlos, se les baña con azúcar.
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Don Martin, en todo momento no deja de vigilar el proceso de cocción del churro artesanal, que coloca sobre una mesa, en donde tras recibir una rociada de azúcar, están listos para su venta.
Se le preguntó desde cuándo aprendió a preparar sus churros, revela que es un oficio que ejerce desde hace 45 años y que, en su caso, le pone su propio receta y esto distingue su producto de otros.
Refiere que guisa el churros de tres a cuatro minutos y mucho depende de la intensidad del fuego, pero al final le da una textura especial en la cocción del producto.
Dice que vende a domicilio y tiene una clientela, que gusta el sabor del churro artesanal y lo prefieren porque es diferente a los que se venden en otra parte de la ciudad
Finalmente, señaló que diariamente vende ocho kilos y es suficiente para sacar lo del día, pero también una buena ganancia que canaliza en el sostén de su hogar.