¿Has sido víctima del Triángulo de las Bermudas?

Enclavado en la zona Tradicional del puerto, se encuentra el punto conformado por tres conocidos moteles que tuvieron su auge en los 70´s y 80´s

Celso Castro | El Sol de Acapulco

  · jueves 30 de marzo de 2023

Estos moteles son emblemáticos de la zona tradicional del puerto de Acapulco./ Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Enclavado en la zona Tradicional del puerto de Acapulco, se encuentra el punto conocido como "El Triángulo de las Bermudas", donde parejas que pasean amorosas durante la noche, e incluso en el día, "desaparecen" al llegar este lugar.

Quizá pocos saben que este escondite perfecto se encuentra cerca de la Plaza de Toros Caletilla. Este "Triángulo de las VBermudas" lo integran los moteles Picolino, El Toreo y Las Rocas, que tuvieron su auge en los 70´s y 80´s, porque al cerrar el coso, descendió la clientela pero no la demanda.

Estos inmuebles que se localizan en la avenida Circunvalación del Fraccionamiento Las Playas, siguen ofreciendo el servicio de motel de paso y a la fecha continúa el desfile de autos de distintas marcas, incluyendo repartidores y hasta de venta de tanques de gas, que aprovechan estos sitios alejados de la vista del populacho donde las parejas disfrutan de la pasión.

Los inmuebles se localizan en la avenida Circunvalación del Fraccionamiento Las Playas./ Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Se trata de hospederías que se construyeron cuando la plaza de toros Caletilla, ofreció su primer corrida de toros el 21 de mayo de 1955, con la presentación de los espadas Juan Silveti, Jorge Aguilar y Curro Ortega, con un encierro de astados de la ganadería de Pasteje, por lo que quienes no alcanzaron transporte para retornar a sus lugares de origen demandaban cuartos de hotel.

Y es que turistas extranjeros y de la Ciudad de México, abarrotaban los tendidos y como la corrida terminaba ya entrada la noche, buscaban hospedaje para quedarse a pernoctar. Fue cuando estos tres moteles se convirtieron en indispensables, pero realmente alquilaban los cuartos solo por una noche y de ahí se les empezó a llamar hoteles de paso.

Con el transcurrir de los años, se empezó a dar servicio por horas a parejas que buscaban “rapidín” y al darse cuenta otros empresarios la gran demanda que existía por contratar los servicios de estos recintos del pecado y de relaciones prohíbidas, se construyeron otros moteles en su entorno, incorporando el servicio de jacuzzi y muebles para experimentar otras posiciones.

Motel de Acapulco tiene listas sus instalaciones para este 14 de febrero. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Además, cada recamara cuenta con un cajón para estacionarse y se corre una cortina para que los vehículos no sean vistos por ojos indiscretos y proteger a las parejas, principalmente cuando se trataba de mujeres casadas o viceversa, por eso su alta demanda porque son sitios discretos y pocos transitados.

El Picolino, era el preferido, pero a alguien se le ocurrió hilar con los otros dos moteles El Toreo y Las Rocas, para identificarlos como “El Triángulo del Pecado”, donde abundan las anécdotas como aquel que fue paloma en lugar de ser gavilán, pues confundió a un travesti con una mujer y salió huyendo del cuarto pantalón en mano, lo perseguía una "dama" con harto pelo en el pecho.

De acuerdo a los cronistas de la ciudad, esta colina se bautizó como el cerro de los Dragos./ Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

Además de algunos casos de agarrones por sorprender a los infieles, aunque la sangre nunca llegó al río y como en la plaza de toros Caletilla, no existen casos de muertes por alguna cogida, eso sí ojos morados, desgreñadas y arañazos, con ropa desgarrada, ese era el saldo, pero fuera de esto no hay reportes de bajas.

Actualmente, estos moteles emblemáticos de la zona tradicional del puerto de Acapulco, siguen abiertos al público y dando servicio las 24 horas, porque mientras la carne sea débil y exista quien quiera disfrutar de un rato de placer prohibido, estos espacios tendrán alta rentabilidad aunque sea... por unas horas.