/ jueves 23 de mayo de 2024

Coco de Guerrero, electrolito natural "pa'l calor y la cruda"

Tomar una rica agua de coco fría es una tradición que disfrutan turistas y guerrerenses, más en esta temporada de calor

Tomar agua de coco fría se ha convertido en una tradición a la que acuden muchas personas para aminorar los efectos que genera el calor que ha tenido niveles muy altos en los últimos días debido a la tercera ola de calor que afecta a todo el país, este fruto ofrece de manera natural electrolitos que ayudan a mantener el cuerpo hidratado, además al consumirlo frío ayuda a estabilizar la temperatura del cuerpo, aseguró la joven Zully Ramírez Espinoza, quien es la tercera generación de su familia dedicada a vender cocos.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional la ola de calor que estamos atravesando es una de las más intensas que tendremos en el año y afecta a estados de todas las zonas del país.

Lea también: Padece hipertensión 40% de habitantes en Zihuatanejo

En Guerrero se han tenido registros de temperaturas superiores a los 45 grados en la región de Tierra Caliente, y la percepción de calor ha superado los 50 grados, en Chilpancingo el termómetro ha superado los 34 grados y la percepción de calor ha sido de más de los 40 grados.

Por eso los vendedores de cocos en el centro de la ciudad reportan que han tenido un incremento superior al 20% en la venta de este fruto.

Zully Ramírez Espinoza, quien coloca su carrito con cocos en la esquina que forman la calle Baltazar R Leyva Mancilla y Altamirano en el centro de Chilpancingo, indicó que consumir coco te genera un estado de relajación porque el calor aumenta el estrés y se baja cuando se consume el agua fría.

Además recalco que el coco es al ser una fruta completamente natural es el mejor electrolito que las personas puedan consumir, además de que tiene otros beneficios como el de mejorar la circulación sanguínea; “lo recomiendan mucho para los pacientes de dengue, porque ayuda a recuperar las plaquetas y es algo que les puedo decir que yo probé en carne propia con el dengue”.

La joven vendedora es ingeniera agrónoma de profesión, pero heredera de una tradición de medio siglos en la venta de cocos de la que es la tercera generación, señaló que el coco es una de las frutas más benéficas que existen en el mundo; “es tan buena que se usa hasta como desparasitante y un uso singular es para curar las crudas”.

Cabe señalar que Guerrero ocupa el primer lugar nacional en producción de coco, con 191 mil 840 toneladas al año; en segundo lugar se encuentra Colima, con 20 mil 195 toneladas; Tabasco sólo llega a 10 mil 570 toneladas.

Un negocio que inició el abuelo

Zully contó que en familia su abuelo fue el visionario que decidió empezar a vender cocos en el viejo libramiento a Tixtla, y prosperó tanto que se convirtió en un punto de referencia de la ciudad, curiosamente él no era de la costa, que es de donde provienen la mayoría de quienes venden cocos; “mi abuelo fue de la región de la montaña y de allá se vino buscando oportunidades de progresar”.

El padre de Zully si fue de origen costeño y ello facilitó para que se sumara a la tradición de vende cocos, además de que sus tíos, primos y otros familiares también se dedicaron a la venta de este fruto.

El costo de un coco en Chilpancingo es de 30 pesos y Zully asegura que tiene clientes que consumen todos los días un coco, otros los hacen una vez por semana y hay quienes sólo los piden tras una borrachera para aliviarse la cruda.



Tomar agua de coco fría se ha convertido en una tradición a la que acuden muchas personas para aminorar los efectos que genera el calor que ha tenido niveles muy altos en los últimos días debido a la tercera ola de calor que afecta a todo el país, este fruto ofrece de manera natural electrolitos que ayudan a mantener el cuerpo hidratado, además al consumirlo frío ayuda a estabilizar la temperatura del cuerpo, aseguró la joven Zully Ramírez Espinoza, quien es la tercera generación de su familia dedicada a vender cocos.

De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional la ola de calor que estamos atravesando es una de las más intensas que tendremos en el año y afecta a estados de todas las zonas del país.

Lea también: Padece hipertensión 40% de habitantes en Zihuatanejo

En Guerrero se han tenido registros de temperaturas superiores a los 45 grados en la región de Tierra Caliente, y la percepción de calor ha superado los 50 grados, en Chilpancingo el termómetro ha superado los 34 grados y la percepción de calor ha sido de más de los 40 grados.

Por eso los vendedores de cocos en el centro de la ciudad reportan que han tenido un incremento superior al 20% en la venta de este fruto.

Zully Ramírez Espinoza, quien coloca su carrito con cocos en la esquina que forman la calle Baltazar R Leyva Mancilla y Altamirano en el centro de Chilpancingo, indicó que consumir coco te genera un estado de relajación porque el calor aumenta el estrés y se baja cuando se consume el agua fría.

Además recalco que el coco es al ser una fruta completamente natural es el mejor electrolito que las personas puedan consumir, además de que tiene otros beneficios como el de mejorar la circulación sanguínea; “lo recomiendan mucho para los pacientes de dengue, porque ayuda a recuperar las plaquetas y es algo que les puedo decir que yo probé en carne propia con el dengue”.

La joven vendedora es ingeniera agrónoma de profesión, pero heredera de una tradición de medio siglos en la venta de cocos de la que es la tercera generación, señaló que el coco es una de las frutas más benéficas que existen en el mundo; “es tan buena que se usa hasta como desparasitante y un uso singular es para curar las crudas”.

Cabe señalar que Guerrero ocupa el primer lugar nacional en producción de coco, con 191 mil 840 toneladas al año; en segundo lugar se encuentra Colima, con 20 mil 195 toneladas; Tabasco sólo llega a 10 mil 570 toneladas.

Un negocio que inició el abuelo

Zully contó que en familia su abuelo fue el visionario que decidió empezar a vender cocos en el viejo libramiento a Tixtla, y prosperó tanto que se convirtió en un punto de referencia de la ciudad, curiosamente él no era de la costa, que es de donde provienen la mayoría de quienes venden cocos; “mi abuelo fue de la región de la montaña y de allá se vino buscando oportunidades de progresar”.

El padre de Zully si fue de origen costeño y ello facilitó para que se sumara a la tradición de vende cocos, además de que sus tíos, primos y otros familiares también se dedicaron a la venta de este fruto.

El costo de un coco en Chilpancingo es de 30 pesos y Zully asegura que tiene clientes que consumen todos los días un coco, otros los hacen una vez por semana y hay quienes sólo los piden tras una borrachera para aliviarse la cruda.



Estado

Reportan aumento de nubosidad y lluvias fuertes en Guerrero

Prevén viento con rachas de 50 a 70 km/h y posible formación de trombas marinas en las costas de la entidad

Política

PRD pierde registro nacional pero seguirá siendo partido en Guerrero

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) podrá mantenerse como un partido local en Guerrero a pesar de que perdió su registro por la baja votación

Estado

Presentan examen Ceneval 8 mil aspirantes en licenciaturas UAGro

Casi ocho mil aspirantes realizaron este sábado, su examen de Ceneval para ingresar a las 63 unidades académicas de nivel licenciatura de la Universidad Autónoma de Guerrero

Estado

Guerrero registra oficialmente sólo ocho decesos por dengue

Aunque la Dirección de Salud en Acapulco informó que se tienen 13 muertos en lo que va del año, la Dirección General de Epidemiología sólo reconoce ocho defunciones causadas por la enfermedad

Doble Vía

Clausuras e inscripciones agotan recursos de padres de familia

Para Fernanda, madre soltera de dos hijos, las graduaciones significan este año un duro golpe a su economía ya que tiene que gastar más de 20 mil pesos

Local

Día del Padre traerá ventas del 30% a restauranteros de Acapulco

Ya sea en establecimientos o para llevar, acapulqueños prefieren agasajar a los padres con una rica comida en familia, afirma el presidente de la Canirac en Acapulco, Enrique Castro Soto