El es Blanquet Enrique, el gato sacristán que todos los días gusta de escuchar la liturgia a las seis de la tarde en la parroquia de Nuestra Señora de Covadonga, ubicada en el fraccionamiento Las Playas.
Al lugar llegó hace un año, a comienzos del 2023, cuando era un felino de sólo meses de edad y el párroco Marco Antonio Manuel Galeana Olea lo adoptó como mascota de la iglesia.
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“Al ver que todos los días llegaba cuando se tocaban las campanas decidí adoptarlo como el gato parroquial”.
Con su pelaje gris con blanco recorre cada rincón de la casa de Dios, observando la Eucaristía con sus grandes ojos azul que gustan mucho a los feligreses, quienes no dudan ni un segundo en acariciarlo.
Blanquet según sea su temperamento toma las primeras filas de las bancas para escuchar por más de 40 minutos la palabra del señor así como las bendiciones que da el presbítero, algunas veces lo hace desde los asientos y otras recostado en el suelo.
“Llegó solito a la Iglesia y se ponía como todo feligrés, a escuchar la liturgia”, recordó Galeana Olea.
El michi es muy querido por los feligreses quienes algunos le llevan de comer y otros más solo le muestran su afecto acariciándolo cuando este los “ronronea”.
A pesar de que ya vive en la parroquia, Blanquet Enrique es de los fieles católicos que nunca se pierde la misa de las 6:00 de la tarde, para que una vez que esta concluya es consentido por los católicos.
La mascota, después de qué pasó el huracán Otis, permaneció al pie del equipo de voluntarios en la preparación y distribución de las despensas para los damnificados.
Si vas a misa de la iglesia de Covadonga, no te sorprenda ver al “gato sacristán” escuchando la eucaristía más atento que muchos de los pequeños que son llevados por sus padres.