Decidida la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco por el presidente electo, el Centro de Investigación Mitre, líder mundial en asesoría de organismos y autoridades de aviación, insistió en que es necesario estudiar a fondo el espacio aéreo, así como tener estudios y simulaciones, para solucionar el problema de la saturación que afecta al aeropuerto de la capital mexicana, señaló Bernardo Lisker, director de aviación internacional de Mitre.
Destacó que Santa Lucía no es la opción ideal, señalando lo siguiente:
La operación de tres pistas en el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) sería mejor opción que las cinco propuestas con la inversión en el actual aeropuerto y en Santa Lucía, pues implica una innecesaria complejidad de operación.
La idea de que sumar pistas equivale a tener mayor capacidad aérea es errónea, señaló la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en 2014, según retomó Mitre. Puede resultar en un “embotellamiento” de tráfico aéreo.
La operación simultánea requiere de la creación de un espacio aéreo complejo, que falta ser probado en una simulación y que se ha quedado en un plan conceptual. No se ha hecho el estudio para diseñar el sistema desde el espacio hacia las pistas.
No es correcto comparar a ciudades como Nueva York, que opera dos aeropuertos, con la Ciudad de México. La elevación sobre el nivel del mar de Nueva York y su simple orografía la hacen muy diferente a la capital mexicana. Mitre advierte que el transporte ágil entre pasajeros que vayan de Santa Lucía a Toluca o al AICM puede ser un dolor de cabeza.
Ante los problemas de conectividad con los tres aeropuertos propuestos por el equipo de AMLO, “Panamá, Houston y otros (aeropuertos) captarán gran parte de ese tráfico de transferencia”, advierte el centro de investigación.
Tras seis años de investigación, el lugar ideal que hallaron los especialistas para un nuevo aeropuerto es el área del antiguo vaso del lago de Texcoco.
La construcción del nuevo aeropuerto cubriría las necesidades operacionales del tráfico aéreo de la capital mexicana durante “gran parte del resto del presente siglo”, según Mitre. En cambio, la operación del actual aeropuerto y de Santa Lucía resolverán el problema por un breve periodo.
Una sola pista del nuevo aeropuerto de Texcoco, más larga y moderna en cuanto a equipamiento, serviría para sustituir a la pista cerrada para la operación de aeronaves militares de transporte de Santa Lucía, que constituyen la mayor parte de las operaciones de ese aeropuerto.
En caso de que se cierre el actual aeropuerto, acabaría con la contaminación sonora de la ciudad, pues el aeródromo de Texcoco fue alineado para no afectar a las áreas urbanas. La operación en Santa Lucía sí afectaría al área que está habitada actualmente.
A Toro pasado, surge la pregunta.
¿Sabrían esto las personas que votaron a favor o en contra de la cancelación del proyecto de Texcoco, más allá de intereses particulares o de grupo, cualquiera que haya sido?
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.
