Ante la falta de vigilancia por parte de las autoridades de Profepa y Semarnat, con el argumento de que no cuentan con presupuesto, la depredación y saqueo de nidos de tortugas en playas de Acapulco prevalece, pues para muchos pobladores lo ven como una actividad comercial y que ofrecen a los turistas.
A la redacción del Sol de Acapulco, llegó la denuncia de un ciudadano que manifestó su preocupación de que en las playas de la zona Diamante de Acapulco, en el tramo de Revolcadero y Princess cuando sale a caminar, antes de que salga el sol, se ha encontrado con tortugas que están desovando y algunas que dejaron huellas de que acaban de hacerlo.
Sin embargo, se ha encontrado de que estos nidos son saqueados de manera inmediata por lugareños, para venderlos a turistas o a los mismos Acapulqueños.
El denunciante, dijo que para muchos creen que comer huevo de tortugas es afrodisiaco, pero es un mito y si así lo fuera no se justifica el daño que se la ha causado a la naturaleza.
Asimismo, refirió que tiene conocimiento que robar los huevos de tortuga es un delito, pero no se castiga este hecho y se ha encontrado a vendedores de playa que recorren la zona federal con sus cuatrimotos equipadas y potentes faros para saquear los nidos.
“Las tortugas tienen que nadar 10 mil a 15 mil kilómetros para arribar a nuestras preciosas playas. Gastan el resto de la energía que les queda en hacer el nido y todo para que unos trogloditas se los roben. Por si fuera poco hay muchas huellas de serpientes que seguramente también están esperando que vayan saliendo los huevos para desayunar. Total, no hay salvación”, dijo el denunciante.
Pidió la intervención de la Semarnat y de la Secretaría de Marina para que realicen recorridos por la zona federal y proteger a los quelonios y evitar la depredación y el robo de sus huevos.
“Lo peor es que la arribazón ocurre de noche, por lo que habría que hacer vigilancia nocturna, lo cual no es fácil. Como mencionaba solo ocasionalmente hay alguna que otra que se atrasó y todavía está desovando a la salida del sol”.
El denunciante recomendó a las autoridades implementar un programa de protección a las tortugas como se presenta en otras playas de México y construir una estación incubadora, para trasladar los huevos y cuidarlos hasta su eclosión y se cobra a los turistas por cada tortugüita recién nacida liberada.
A su vez, ambientalistas y protectores de tortugas, señalaron que desde que inició el gobierno federal de Andrés López Obrador, los campamentos tortugueros, la vigilancia en zona federal han sido abandonada y no se les ha otorgado presupuesto.
“Es muy fuerte la depredación de las tortugas en playas de Acapulco y se ha incrementado el saqueó de los nidos, y las han matado y lo qué pasa es que no hay vigilancia en las playas y Semarnat y Profepa dice que no hay dinero para hacer recorridos”, precisó la ambientalista.
Dijo que los recorridos no son constantes por lo mismo que han argumentado las autoridades de que no hay presupuesto para hacerlo.
Añadió que mientras algunos hacen su lucha por salvar a las tortugas y protegerlas, otros las matan y se roban sus huevos para venderlos, “para algunos es comida, es dinero y se lo venden a los turistas y como nadie los inspeccionan y no hay vigilancia pues están libre de cometer este delito”, refirió la encargada de un campamento tortuguero.
La ambientalista pidió el apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno para proteger en estos meses el arribo de tortuga Golfina que llegan de manera masiva para anidar.
Recordó que Octubre y Noviembre arriba a las playas de Guerrero la tortuga Laúd, que es la que tienen más problemática de extinción.
En playas de Barra Vieja, Revolcadero, San Vicente y Pie de la Cuesta se han encontrado entre tres a cinco tortugas diarias muertas que son asesinadas para sacarle su carne y sus huevos.
