Aduciendo problemas de salud, el secretario de Seguridad Pública municipal, Paulino Molina López, confirmó su decisión de separarse del cargo que ostentó desde el mes de enero, cuando la Policía estatal se hizo cargo de la seguridad en el municipio.
La renuncia se realizó en medio del conflicto que se tiene en la Policía municipal, donde el pasado martes los uniformados realizaron un paro de labores con la exigencia de pago del bono del programa de Fortalecimiento de la Seguridad Pública en los municipios (Fortaseg), que ya deberían haberles llegado y temen que lo tenga el alcalde guardado y no lo entregue antes de concluir su mandato.
Una comisión de los gendarmes fue atendida por el alcalde Marco Antonio Leyva Mena en el Palacio municipal, ahí se les confirmó que el oficial Paulino dejó de ser el encargado de la secretaría, y su lugar será ocupado por Lázaro Figueroa Ramírez.
Adicionalmente los policías indicaron que, en el diálogo con el alcalde, éste se comprometió a que acudirían juntos a la Ciudad de México, a las instancias correspondientes, para preguntar sobre los recursos que se debieron asignar al municipio de Chilpancingo para este bono, puesto que él asegura que no le han dado el dinero.
Además del bono, en su pliego de demandas los policías establecieron que se requiere de una nivelación salarial, entrega de equipamiento y uniformes, además del pago de viáticos atrasados.
Con el acuerdo que tuvieron y la renuncia de quien estaba como encargado de la Secretaría de Seguridad Pública, los policías concluyeron su paro de labores y regresaron a la actividad normal.
