La coordinadora de operación en campo de Pure Earth México y de Círculo de Mujeres Hechas de Barro, Netzy Peralta alertó que trabajar la alfarería con plomo genera un grave problema de intoxicación y las artesanas son las de mayor riesgo cuando están en una etapa de embarazo o periodo de lactancia, debido a que este elemento químico genera descalcificación y debilita el cuerpo.
En ese sentido, la doctora en Antropología Social, reveló que se trabaja en cinco comunidades de tres estados que son Guerrero, Puebla y Morelos con el proyecto Círculo de Mujeres Hechas de Barro donde hasta el momento en esas localidades indígenas, que se dedican a la alfarería, se han beneficiado 170 personas con la impartición de talleres y se ha logrado disminuir la intoxicación por plomo.
En el caso de Guerrero se trabaja con mujeres de la localidad de Tulimán, perteneciente al municipio de Huitzuco de los Figueroa, así como en las comunidades de Acteopan y Cohuecan, Puebla y Tlayacapan, Morelos.
Añadió que el taller que se imparte tiene como objetivo que las alfareras de las distintas comunidades, con quien se ha encontrado mayor impacto, produzcan alfarería libre de plomo.
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Comentó que que en la comunidad de Tulimán, perteneciente al municipio de Huitzuco se trabaja con alfarería que es gruñida y no tiene plomo.
“Buscamos que a través del proyecto, los consumidores conozcan que existe que al alfarería gruñida es naturalmente libre de plomo y que además va permitir una reactivación de la economía local”.
Explicó que todos los Talleres de alfarería en México tienen una importante participación femenina en el proceso, “digamos que la producción alfarera suele ser familiar y tanto hombres y mujeres participan pero nos hemos apoyado más en el trabajo femenino donde se han encontrado en ella la mejor respuesta para dar cabida al aprendizaje de nuevas técnicas”.
Reveló, la antropóloga social que el plomo es muy parecido al calcio y debilita debilita el cuerpo y cuando hay un embarazo o están en el periodo de lactancia, es donde se da un proceso de descalcificación, además de que también hay una transmisión de plomo hacia el bebé.
Dijo que lo que se busca es que el material con el que trabajen las mujeres sea libre de plomo y que permite la población generar otras alternativas en el oficio artesanal.
Añadió que en la comunidad de Tulimán, el 80% de las mujeres se dedican a la alfarería aunque hay otras localidades de Guerrero que también trabajan atesanias de barro.
Pero debido a los talleres y capacitación que se ha brindado durante un año y medio a través de distintos módulos se ha logrado que con el material que elaboran sus artesanías como molcajetes y otras vasijas decorativas sea libre de plomo.
“Se les enseña a mejorar los esmaltes que existen en el mercado, adaptarlos técnicas para que al mismo tiempo puedan manejar los esmaltes libres de plomo y así como también las formas de producción y terminan beneficiando en disintos aspectos a la producción alfarera”, refirió.
Reconoció que les ha costado mucho trabajo trabajar con las mujeres en las comunidades, donde en algunas se rigen por usos y costumbres, pero el enfoque que se le da es más comunitario y se apuesta mucho por el trabajo apoyado por las mujeres.
“Llamó a no trabajar con barro que contiene plomo y hacer conciencia en voltear a ver a las otras artesanías y alfarería como una opción de consumo y valorar el trabajo artesanal para reactivar las economías locales y rescatar un oficio que tiene una raíz de identidad de los mexicanos”.
De acuerdo al INEGI, existen 41 mil 289 alfareros en el país de los cuales el 55% son mujeres. Son las mujeres las que históricamente han estado a cargo de los cuidados de los hijos, la alfarería y de la comunidad.
“En la actualidad son ellas las que reaprenden la alfarería libre de plomo para procurar el bienestar de sus comunidades y dar continuidad a sus tradiciones”, precisó.
Insistió que el objetivo es lograr que el 100% de la alfarería mexicana esté libre de plomo, otorgar alfabetización financiera y cuidar su salud.
