La pandemia frenó 35 años de flagelación de encruzados

Los pies descalzos de Joshua no recorrerán este año atados con cadenas las calles de Taxco ni llevará a cuestas los más de 50 kilos de espinas de zarzamora

Adriana Covarrubias | El Sol de Acapulco

  · jueves 1 de abril de 2021

Foto: Adriana Covarrubias | El Sol de Acapulco

Debido a la pandemia por Covid-19, ha ocasionado que cuatro siglos de cultura y tradición sean interrumpidos al no celebrarse la procesión de la Semana Santa en Taxco de Alarcón, donde encruzados, ánimas y flagelados no podrán cumplir su penitencia a través del sacrificio y dolor recorriendo las calles empedradas y angostas de esta ciudad colonial.

Joshua, encruzado desde hace 35 años, por primera vez no podrá cumplir su penitencia presencial, no habrá el flagelo, dolor, heridas en la espalda, ni arrastrará cadenas ni mucho menos cargará 50 kilos de rollos de espina de zarzamora en el cuello.

Inicio de las festividades de Semana Santa en la alcaldía de Iztapalapa, | EFE

Flagelados, ánimas y cargar rollos de varas de espina de zarzamora, es la penitencia que Joshua hace durante la Semana Santa en Taxco.

Es penitente de la hermandad de encruzados en Taxco de Alarcón, ingreso a los 14 años, pero fue hasta los 15 cuando hizo su primera penitencia, siempre con el rostro cubierto, que es parte de esa identidad anónima que tiene cuidar.

Así como un niño sueña que quiere ser bombero, policía o soldado, para Joshua siempre su ilusión fue ser encruzado y para él era algo impresionante.

“No se si a otros niños les daba miedo ver a los penitentes sangrando o cargando vestidos de color negro, pero mi idea desde niño fue quiero ser y hacer eso y cuando tuve mi oportunidad con un poco de palanca ingrese a esa edad, porque es obligatorio ser mayor de edad para poder tener la facultad de determinar que vas hacer con tu cuerpo, pero trampeando un poco y con palanca ingrese a esa edad de 15 años”, relató.

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Dijo que no tiene familiares o hermanos que hayan sido penitentes, pero él es el primero que empezó una tradición y cumplió su sueño que tenía desde niño.

Joshua, aseguró que lo importante es poner unas gotitas de sangre como parte del sacrificio para que vengan turistas a Taxco y entre dinero en los bolsillos de muchos guerrerense.

Cuando empezó dentro de la hermandad, inició cargando 25 a 30 kilos de rollos de espina de zarzamora y ahora lo hace con 50 a 60 kilos y siempre recorre los más de 8 kilómetros de las calles empedradas de Taxco.

Pero la pandemia, también obligó a Joshua a interrumpir una tradición de penitencia y modificar su preparación espiritual.

Esta vez no habrá una espalda azotada por clavos y no curará sus heridas con antibiótico, agua mineral y agua oxigenada.

A pesar de que no habrá procesión por las calles de Taxco, y no se podrá observar a los flagelados, encorvados y las ánimas arrastrando cadenas , todos vestidos de negros,

cubriendo sus rostros, Joshua se preparó de manera espiritual haciendo también de esa manera su retiro.

Explicó que durante esta Semana Santa, los integrantes de la hermandad de Taxco, uno de las tres más grandes congregaciones de siete que existe, se preparan con dos retiros espirituales al año, llevan acabo un proceso sacramental de asistencia a actos litúrgicos y sobre todo el proceso de congruencia como persona.

Dijo que es más un sacrificio parar de hacerlo que el acto mismo, “después de tantos años creo que una penitencia perf es más fuerte que salir con tu rollo y flagelándose las espalda”.

Joshua consideró está pandemia como histórica, porque es la primera vez, después de cuatro siglos que se detiene un evento de esa magnitud, el cual se ha convertido en un atractivo turístico para Taxco de Alarcón.

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Sin embargo, de manera virtual trabajaron en las reflexiones de la Semana Santa y suprimiendo los actos penitenciales de cada uno de los miembros.

En esta ocasión en las calles empedradas de Taxco no se va a ver a los encruzados azotándose o a las ánimas del purgatorio arrastrando cadenas.

La Semana Santa en Taxco de Alarcón será virtual y no habrá un acto de representación sólo se hará reflexiones eclesiásticas y actos eucarístico que representa todo el proceso.

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De manera virtual, los encruzados, los flagelados, las ánimas y encorvados hacen peticiones y oran por los enfermos por Covid-19, el cual ha sido considerado como una fuerte pandemia porque han muerto más de 20 integrantes de la hermandad de encruzados y tres sacerdotes, que eran sus guías.

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“En esta época de pandemia hay varios hermanos que fallecieron, así como sacerdotes que fueron sus acompañantes y guías espirituales.

Se están haciendo peticiones porque han muerto hermanos encruzados y penitentes así como hermanas ánimas penitentes han caído durante este año inclusive personalidades dentro de nuestra agrupación como fue el expresidente que ahora podemos revelar su nombre Lauro Miguel Castillo”, precisó.

Para Joshua, cuando todo eso pase, saldrán a las calles con su procesión con más fe y fervor religioso y ofrecer su sacrificio a Dios.

El flagelarse, arrastrar cadenas, el cargar rollo de varas de espina de zarzamora será una ofrenda a Dios a nombre de todos aquellos que murieron por la pandemia.