Verónica González Zeferino nació en Chilpancingo pero toda su infancia la vivió en la montaña de Guerrero, en el seno de un hogar indígena Tlapaneco, desde los seis años le detectaron una enfermedad conocida como artritis reumatoride misma que le deformó las articulaciones de pies y manos y parte de la columna ello le genera mucho problema para agacharse, a pesar de ello, es de los pocos discapacitados que han tenido la oportunidad de incorporarse a una actividad laboral.
Este 27 de febrero en México se conmemora el día de la inclusión laboral para personas con discapacidad a pesar de ello la fecha pasa casi desapercibida para la instancias oficiales que deberían tener esquemas de vinculación laboral.
Gobnzález Zeferino Toda su etapa de vida infantil y juvenil dependió de su madre sin embargo a los 25 años un compañero discapacitado le habló de una posibilidad de trabajar como responsable de los sanitarios públicos que se encontraban en la Alameda de Chilpancingo, inicialmente tuvo miedo y no aceptó, después agarró valor y apoyada por su madre decidió tomar la aventura del empleo, en el que ya cumplió seis años.
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“Ha habido momentos muy difíciles especialmente en los que algunas personas se portan groseros, que nos regañan porque algún baño está descompuesto pero y aunque le expliques que nosotros ya lo reportamos y no han mandado repáralo, ellos no entienden”.
Indicó que otros momentos difíciles son cuando los niños le preguntan por qué tiene sus manos así, “ellos son curiosos y no entienden que se trata de una enfermedad, te ven diferente y eso a veces incomoda pero tenemos que aceptarnos, platicar con ellos y decirles cuál es la situación”.
De acuerdo con estadísticas del INEGI en Chilpancingo existen más de 13 mil personas con discapacidad y en Guerrero la cifra llega a los 51 mil, desafortunadamente la institución no tiene un estadístico de cuántos de estos tiene una actividad laboral y cuántos se encuentran en desempleo, además de que tampoco existe una revisión al cumplimiento de la legislación en materia de inclusión de las personas con discapacidad en la que se establece que los gobiernos de todos los niveles deben incluir en su plantilla laboral en al menos un tres por ciento a personas con discapacidad.
El director de atención a grupos Vulnerables del ayuntamiento de Chilpancingo, Pablo López Madrigal, explicó que en el caso de este municipio no hay un registro específico y en el área de Derechos Humanos no se lleva un registro pero se tiene al menos 15 personas con discapacidad contratadas, además de un proyecto como lo es el trenecito que emplea a otras seis personas discapacitadas.
Causas recurrentes
El funcionario explicó que la principal causa de que no se contrate a personas con discapacidad es por la falta de información porque las empresas no saben que pueden acceder a estímulos en impuestos por la contratación de personas con discapacidad.
Otro de los factores que limita la contratación es el temor de las empresas de que los discapacitados se contraten y una vez que cumplen seis meses y adquieren derechos, solicitan ser incapacitados médicamente y entonces les genera un problema.
“Lamentablemente como en todos lados entre los discapacitados también hay de todo tipo de personas y algunas buscan abusar”.
Asimismo reconoció que las autoridades también tiene responsabilidad en materia de inclusión laboral porque existen instancias como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que tiene áreas de vinculación con empresas y no hace este trabajo muchas veces porque no hay personas preparadas entre los discapacitados, pero eso es algo que debe hacer todo el año, prepararlos, capacitarlos y después ofrecerlos a las empresas que pueden contratarlos.
“Entre los casos de éxito que tenemos, te puedo señalar que de las personas que trabajaban en el tren sabiendo que es responsable y le gusta el trabajo vinculamos a un compañero con la tienda Aurrera y ya casi completa un año en ese empleo, ya tiene derechos laborales completos y sigue muy animado”.
