Abandonado y convertido en parte de la escenografía del centro de Chilpancingo, es como sobrevive el antiguo edificio que en su momento, albergó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Guerrero.
De acuerdo con los registros que se tienen sobre el inmueble, es que este comenzó a construirse en la década de los setentas, entre las administraciones que encabezaron Caritino Maldonado Pérez e Isael Nogueda.
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El inmueble se encuentra en la parte del centro que colinda con la calle Francisco I. Madero, a unos pasos del andador Emiliano Zapata.
A la fecha, el edificio se encuentra deshabitado y se ha convertido en la casa de decenas de palomas y pichones, así como de otro tipo de roedores.
Un costado del inmueble, es ocupado por comerciantes de collares y pulseras, así como artesanos de plata y otro tipo de artículos.
Por el lado de la calle Francisco I. Madero, ese es lugar para comerciantes de pan y de gorditas y de otro tipo de productos, como libros y playeras.
Derivado de los sismos que sean registrado en la entidad, el edificio ha sufrido diversos daños puesto que la cantera con la que está cubierta la fachada de este, ha presentado desprendimientos.
En la actual administración se planteó que este edificio se convirtiera en un teatro, sin embargo, hasta la fecha no se tiene conocimiento del futuro de este inmueble.
Lo que ha documentado el Sol de Acapulco, es que había una propuesta para que el TSJ donara el edificio al gobierno estatal, a cambio de que el poder ejecutivo les entregara un predio ubicado al sur de la ciudad.