Don Vicente, como cientos de trabajadores de la construcción, este 3 de mayo festeja el Día de la Santa Cruz, tradición que se resiste a desaparecer, al igual que la costumbre de celebrar a los albañiles que trabajan en las obras.
Don Vicente, quien de macuarro - título que les dan a los principiantes-, ascendió al rango de media cuchara y con el tiempo se convirtió en maestro de obra, se queja de que la pandemia del Covid-19 fue un factor determinante que obligará a suspender la conmemoración del Día del Albañil.
Lee también: Marros, palas y cucharas descansaron por la Santa Cruz
Sin embargo, ahora que los contagios disminuyeron, hay trabajo en pequeñas obras y están recuperando la normalidad, solo que este 3 de mayo, le toca festejar a la Santa Cruz, aunque de manera sencilla.
¿De donde nace esta tradición?
Buscando en diferentes fuentes, se sabe que la fiesta de la Santa Cruz, su origen se remonta al siglo IV, en el antiguo Jerusalén.
Esta tradición popular llegó a los pueblos de habla hispana y se empezó a celebrar este día en México, en donde hubo una total aceptación entre los creyentes católicos al considerarla como el máximo símbolo del cristianismo.
Es por ello, que de acuerdo al santoral católico, la fiesta de la Santa Cruz, que hace referencia al Madero en donde fue crucificado Jesús de Nazaret, se celebra el 3 de mayo.
Esto se debe a que en ese día, pero del 326, se encontró esta reliquia que es sagrada para la religión católica y fue a raíz de que se inculcó el evangelio a los pueblos indigenas, que se empezó a adorar a la Santa Cruz para pedirle milagros.
La tradición del Día del Albañil
Existe la creencia que el Día del Albañil se empezó a festejar, porque cuando se dividió la reliquia, un fragmento quedó en Jerusalén y fueron albañiles quienes edificaron el templo en el que se colocó y lo mismo ocurrió con la Basílica que se construyó en Roma, que estuvo a cargo de arquitectos y trabajadores de la construcción.
Según testimonios que han surgido a lo largo de los años, en nuestro país, es por esa razón que los albañiles llevan a bendecir una cruz de madera, después la adornan con flores y papel de china, le rezan para pedirle no sufrir un accidente o caídas durante su jornada laboral.
Posteriormente la colocan en las construcciones donde están trabajando y lanzan cohetones, se acostumbra que el jefe o patrón, les dé el día y les convide una buena comida, con la clásica cerveza.
Es así, como cada 3 de mayo se abandona la mezcladora, la pala y la cuchara, para dar paso al festejo en donde abunda la carne asada, el pozole, el caldo de res, pollo en barbacoa y las clásicas carnitas, que se degustan como platillo principal en las obras en construcción.