En medio de un gran congestionamiento vehicular, excremento de animales y el consumo de bebidas alcohólicas, se desarrolló la Sexta Cabalgata Nacional Acapulco 2018, en la que participaron tres mil jinetes y equinos provenientes de todo el país.

El malestar de cientos de automovilistas, entre residentes y turistas, empezó desde las 1:00 de la tarde de este sábado, cuando los participantes llegaron al Asta Bandera con sus vehículos y sus caballos, lo que obligó a cerrar la costera Miguel Alemán, en el sentido del zócalo a la Base.

A medida que iba en aumento el número de los cuadrúpedos, la costera, en el tramo del parque Papagayo, empezó a llenarse de excremento y algunos de los participantes empezaron a ingerir bebidas embriagantes, mientras que otros fustigaban sus cabalgaduras y los obligaban a bailar.

En punto de las 04:20 de la tarde, funcionarios municipales acompañaron al presidente de la Asociación de Cabalgantes Unidos de Guerrero, Alfredo Campos Tabares, a dar el banderazo de salida, que partieron con dirección al Centro de Convenciones de Acapulco.

A la cabeza iba la actriz Majorie de Souza, que engalanó con su escultural figura la cabalgata, que avanzó lentamente hasta llegar a la glorieta de La Diana, ahí hicieron un alto y poco después continuaron su ruta.

Mientras que el enojo de los ciudadanos era visible, porque llegaron tarde a sus hogares, pero, además, se pudo palpar que hubo una muy baja presencia de espectadores y que no hubo interés por este evento de exhibición de ejemplares pura sangre.

Al llegar a la glorieta del Centro de Convenciones de Acapulco hubo otro congestionamiento vial, que se originó porque los jinetes ocuparon una parte de la costera, por lo que hubo que esperar que desalojaran el carril, para que se normalizara el flujo vehicular.