La quema de camiones y ataques armados a chóferes pone nuevamente en serio riesgo que se suspenda por segunda ocasión el servicio del pasaje y afecte a miles de acapulqueños.
Esto, porque grupos antagónicos vinculados con el crimen organizado no dan tregua al transporte. Este domingo incendiaron un camión urbano y un taxi; mientras que un chofer de un urbano y un taxista resultaron heridos a balazos en esta nueva espiral de violencia.
Esta crisis de inseguridad ya se padeció el 11 de enero, pues tras los ataques contra transportistas y presuntas amenazas de los criminales, los taxis y camionetas urvan, así como algunos camiones urbanos, pararon en todas sus rutas, dejando sin transporte a miles de acapulqueños.
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Este gris panorama no es distinto al que se está padeciendo este 25 de febrero, pese al despliegue de los diez mil efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, que presuntamente están "blindando" la ciudad.
Sobre estos hechos de violencia, en el sector del transporte nadie quiere hacer declaraciones, pero en forma extraoficial filtraron que están valorando las acciones a seguir a partir de este lunes.
Trascendió que podrían suspender parcialmente el servicio del transporte, dejar de circular antes de las 8:00 de la noche y hasta salir a movilizarse para exigir garantías para que puedan a salir a trabajar.
Cabe señalar que en el transcurso de este domingo no se suspendió el servicio del pasaje, los trabajadores del volante mantuvieron la movilidad en todas las rutas, según se pudo confirmar en un recorrido.
Por otro lado, se reforzaron los patrullajes y se instalaron filtros aleatorios en entradas y salidas del puerto, incluyendo algunas calles y avenidas, para detectar vehículos robados, armas o drogas.