Desde hace más de 20 años, Acapulco no ha contado con un lugar donde se cumplan las reglas sanitarias establecidas para el sacrificio de animales.
Fue hace dos décadas que en Acapulco, fue cerrado el rastro frigorífico de Ciudad Renacimiento, desde ese entonces surgieron en la ciudad lugares insalubres e irregulares donde se sacrifican los animales que posteriormente se comercializan en mercados para el consumo humano.
El rastro de Ciudad Renacimiento, funcionó por mas de 10 años y la situación de una mala administración, lo llevó a la quiebra financiera, al grado de no poder cubrir salarios de los trabajadores, así como su mantenimiento y servicios de energía eléctrica, agua, recolección de basura.
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El costo de mantenimiento y pagos de servicios públicos, que tenia el rastro de Ciudad Renacimiento, casi representaba un millón de pesos, cantidad que era imposible cubrir ante la mala administración que se tenía al interior del inmueble.
La crisis en la que funciono en los últimos años, provocó también que el rastro frigorífico de Ciudad Renacimiento, se convirtiera en una fuente de contaminación al medio ambiente, debido a que no se pudo rehabilitar la planta de tratamiento de sus aguas residuales, mismas que eran arrojadas crudas al canal pluvial.
Además de vísceras que también salían al canal ocasionando padecimientos de salud a habitantes del lugar.
El rastro que en un inicio cumplía con las normas oficiales que marca la ley para ser considerarlo como TIF, poco a poco perdió la calidad convirtiéndose en un foco de infección.
Actualmente las más de seis hectáreas de tierra donde se encontraba el rastro frigorífico, se convirtió en una unidad habitacional semi poblada.
En el lugar, se podía sacrificar hasta 300 animales diarios provenientes de las distintas regiones del estado, entre las especies que eran sacrificadas se encontraban cerdos, vacas y chivos.
El cierre del rastro en Ciudad Renacimiento, ocasionó que en Acapulco, surgieran cientos de sitios insalubres e irregulares en la ciudad donde se sacrificaban animales sin cumplir con las normas oficiales.