Dejando atrás la polémica en la que se vieron envueltos, anarquistas de varias partes del mundo volvieron a este destino turístico para realizar nuevamente su convención y disfrutar de la zona turística de Playa Bonfil, ubicada en la zona Diamante, de la que han hecho su paraíso, su escondite.
Desde hace dos años, esta comunidad regresó a Acapulco luego de que lo permitieran las restricciones sanitarias impuestas debido a la pandemia del Covid-19, encontrando refugio en un discreto y exclusivo hotel enclavado en la zona Diamante, así como en los restaurantes de la zona de playa Bonfil, donde se olvidan de la comida vegana y disfrutan de las delicias del mar.
El centro holístico Jardín Secreto, es un espacio de sanación y bienestar integral, ubicado en el poblado de Alfredo V. Bonfil, mismo que han adoptado como sitio seguro para sus reuniones y estadía.
Este hotel conformado por cabañas y villas ecológicas, ubicado en el interior de una zona de huertas, se ha convertido en el espacio en el que más de mil 500 anarquistas se reúnen para convivir y abordar temas políticos, sociales y económicos. Pero también disfrutan de su naturaleza y confort al encontrarse alejado del ruido.
El criptocajero
Aunque la mayoría pagó su estancia y alimentos con dinero mexicano, dólares e incluso tarjeta, se supo que se instaló en el hotel un cajero para el cambio de criptomonedas por dinero normal para los asistentes al evento.
Luego de sesionar por una semana con los líderes de este grupo de anarquistas, un gran porcentaje de este sector proveniente de Estado Unidos, Canadá, Rusia y otros países, permanece en esta zona turística para seguir disfrutando de este paraíso que los ha conquistado por su tranquilidad y gastronomía.
El lado humano
Esta comunidad de anarquistas que migra a Acapulco tiene su lado caritativo y durante su estancia en esta zona de playa Bonfil, sostuvo un encuentro con los niños y niñas de la Casa Hogar infantil Marsh, a quienes visitaron en sus instalaciones y posteriormente les organizaron una pequeña fiesta, incluso con piñatas, para convivir con estos pequeños.
Viajan como "hijos de vecino"
Además de dejar una derrama económica en hoteles y restaurantes de Playa Bonfil, los anarquistas que aún se encuentran en la zona Diamante, contratan camiones para realizar tours por diferentes zonas de Acapulco, con lo que logran pasar desapercibidos.
Sin lujos ni aire acondicionado, a bordo de dos urbanos amarillos de la ruta Hospital-Vacacional, recorren la zona y se movilizan a los restaurantes de la zona de Playa Bonfil.
Sergio Mejía Vargas, integrante del Comité de Restauranteros de Playa Bonfil, reveló que el mes de febrero mucho turismo extranjero ha llegado a playa Bonfil, entre ellos la comunidad de Anarquistas, que no escatima en gastos y pagan en dólares, pesos e incluso con tarjeta, dejando propinas por arriba del 20 por ciento, por lo que su consumo ha reactivado la economía en esta zona.
Este grupo desayuna, come y cena en playa Bonfil, y por las tardes la Costera Benito Juárez es invadida por los turistas extranjeros, por lo que eso motiva a los prestadores de servicio a mejorar el servicio.
“Este segmento lo vemos como una gran oportunidad porque ha reactivado la economía local, después de que habían dejado de venir, y además año con año han hecho su convención nacional en Acapulco y su sede es precisamente en Playa Bonfil”.
Consideró que es una gran oportunidad de que el turismo extranjero regrese a Acapulco luego de que se había perdido desde hace 12 años y más aún en Playa Bonfil donde consumen en los restaurantes.
Olviden lo vegano
Sergio Mejía comentó que estos turistas consumen pescado a la talla, mariscos, camarones, pollo y también las cenas que venden los lugareños a la orilla del bulevar.
“Es buen termómetro para que las autoridades de los tres niveles de gobierno sepa que Acapulco poco a poco está recibiendo este turismo que habíamos perdido y hoy nos da la oportunidad de tenerlos en playa Bonfil”.
En el restaurante Gaviotas II, todos las tardes arriba este grupo de turistas considerados Anarquistas para cenar y otro grupo se va a otros restaurantes, pero ellos “desayunan, comen y cenan en playa Bonfil”.
“Para playa Bonfil que se lleve acabo este tipo de convenciones en Acapulco y que sea la sede pues obviamente nos beneficia y nos permite reactivar la economía en la zona”.
El empresario restaurantero ha tenido que abrir un turno adicional para ofrecerles la cena a este segmento de turistas y les ha encantado la gastronomía de esta zona.
Al menos mil 500 extranjeros provenientes de varios países durante estas semanas se han paseado por playa Bonfil. “Nos interesa que este turismo venga para que la derrama económica se quede en esta zona turística”.
