Desde hace 15 años, María Cristina Soberanis elabora piñatas junto con sus hijas y su esposo y consideró que es una artesanía que debe de valorarse, pero lamentó que después de la pandemia los insumos para su elaboración se incrementaron hasta en un 40 por ciento y la clientela no quiere pagar más.
María, ahora elaboró pocas piñatas a pesar de que la nueva normalidad ha permitido que se reactiven las fiestas , pero es que el año pasado por los contagios altos de Covid y las restricciones, le quedaron sus piñatas no tuvo la venta esperada.
Mientras una de sus hijas elabora una piñata de figura de pino con colores pasteles, doña María Cristina Soberanis se encarga de vender las piñatas de diferentes figuras como estrella, la galleta, el grinch, el burrito, el muñeco de nieve, la esfera, el Santa Claus y la botita.
Lee también: "Las Piñatas" es más que un punto de referencia
Lamentó que ni las piñata se escaparon de los altos costos por la inflación, pues cada vez que compra el papel crepé, china y metálico le suben dos o tres pesos, subió la harina para el engrudo y hasta el periódico.
Dijo que todo se incrementó hasta en un 40 por ciento y debido a los alto costos ha generado una competencia desleal entre los mismos artesanos que elaboran piñatas de la colonia Progreso.
“Todo está caro, todo subió y la clientela no quiere pagar la piñata más cara a pesar de que es un trabajo tan laborioso y caro, no creo que es mucha ganancia y la gente no valora el trabajo que hacemos”.
Doña Mari, quien tiene su negocio de piñatas con razón social Fantasy, pidió a sus clientes que valoren el trabajo que ellos hacen porque elaborar una piñata es una artesanía.
“Todo lo hacemos a mano, aún no hay máquinas que nos ayuden hacer las piñatas, tenemos que cortar el papel con tijeras, picarlo, utilizar nuestras manos para embarrar el engrudo a la olla, pegar el papel hoja por hoja es una artesanía, elaborar una piñata es laborioso y caro“, precisó.
Elaborar piñatas es un arte de la cultura popular. Y lamentó que ni programas sociales para apoyar al piñatero o al artesanos.
Las ventas estuvieron buenas, porque los niños regresaron a las escuelas y doña Mari está contenta porque ahora si va a terminar sus más de mil 500 piñatas que elaboró con ayuda de sus hijas y esposo desde el mes de septiembre.
En un día doña Mari se elabora 12 piñatas, pero los moldes y picar papel empieza a trabajar desde el mes de septiembre y los costos van desde 30 pesos para adornar hasta de 800 a mil pesos la más grande.
Doña María Cristina insistió en pedir que valoren el trabajo que ellos hacen porque la piñata puede desaparecer.