/ domingo 28 de mayo de 2023

Entre agujas, hilos y elásticos, Juanito lleva medio siglo de vida

Hijo de los dueños de una de las mercerías más importantes de Chilpancingo, Juan Altamirano Rebolledo cuenta cómo su afición al juego, alcohol y mujeres lo llevaron a perderlo todo

Sentado entre cajas de agujas, hilos y elásticos, Juanito siempre sonríe con amabilidad a todos los transeúntes, por su delgada voz pareciera ser una persona joven, su pelo cano contrasta con el intenso rojo de su camisa y se coordina con su blanco pantalón, él es prácticamente un ícono del mercado Baltazar R Leyva Mancilla donde por más de 60 décadas se ha dedicado a vender mercería.

Con melancolía, Juan Altamirano Rebolledo, recordó que cuando él fue niño la mercería de sus padres fue una de las más importantes de Chilpancingo, y él inició dentro del mercado Nicolás Bravo, que se encontraba en el centro de la ciudad y abarcaba dos locales, los números 93 y 94, según recuerda.

“Ahí empecé a agarra el oficio, fueron tiempos de bonanza, me iba muy bien, iba a la ciudad de México a comprar y me abrían las puertas de los grandes almacenes, me ofrecían créditos y traía todo lo que quisiera”.

Lamentablemente, dijo, su afición por el juego, las bebidas embriagantes y las mujeres, lo llevaron a perder el negocio, también lo abandonó su familia, “vendí el negocio, vendí la casa, se fue mi familia y la única que me ayudó fue mi hermana, hoy de lo que sale aquí en este puesto, pago mi renta, como y me tiene que alcanzar para hacer pagos del programa compartamos”.

Lee también: ¡Lleve sus mariscos directos del mar… a la combi!

Señaló que hoy su hermana está enferma de diabetes y no puede trabajar por eso él de lo poco que gana vendiendo la mercería en las gradas del mercado Baltazar R Leyva Mancilla, paga también el crédito que obtuvo su hermana; “ella me ayudó mucho cuando yo estaba perdido y hoy trato de retribuirle algo”.

Actualmente ir a México a comprar mercancía es muy diferente a su recuerdo de hace medio siglo, hoy ya no hay créditos, lo que quiera traer lo debe pagar por adelantado, ya no hay atención personalizada de ejecutivos, ahora con dificultad llega al mostrador, para pedir algunas cosas.

Ha subsistido de la mercería casi toda su vida. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

A pesar de eso su sonrisa y amabilidad no desaparecen nunca, él dice que es muy importante tratar bien al cliente, hacerle sentir confianza para comprarle y si no compra de todas formas una buena sonrisa hace que para su siguiente visita al mercado piense en llevar un hilo, una ajuga u otro producto de su mercería.

Hoy soy muy diferente a aquel hombre que derrochó y perdió todo, “hoy no tomo, ya no apuesto, he iniciado una vida nueva para estar bien conmigo y con Dios”, estableció que hoy no aspira a tener riquezas, sólo lograr llevar este día lo suficiente para el gasto de alimentación y renta.

Juanito reconoció que el programa de pensión para el bienestar ha sido un aliciente para poder seguir en el negocio, “cuando pagan la pensión me voy a México con ese dinero a surtir y entonces ya traigo un poco más de mercancía que se va vendiendo todos los días y así ahí la llevo.

Finalmente al pedirle que recomendara algo a la juventud indicó no soy quien para hacer recomendaciones, pero simplemente les diré pórtense bien, hagan cosas positivas y estarán bien ustedes.

Sentado entre cajas de agujas, hilos y elásticos, Juanito siempre sonríe con amabilidad a todos los transeúntes, por su delgada voz pareciera ser una persona joven, su pelo cano contrasta con el intenso rojo de su camisa y se coordina con su blanco pantalón, él es prácticamente un ícono del mercado Baltazar R Leyva Mancilla donde por más de 60 décadas se ha dedicado a vender mercería.

Con melancolía, Juan Altamirano Rebolledo, recordó que cuando él fue niño la mercería de sus padres fue una de las más importantes de Chilpancingo, y él inició dentro del mercado Nicolás Bravo, que se encontraba en el centro de la ciudad y abarcaba dos locales, los números 93 y 94, según recuerda.

“Ahí empecé a agarra el oficio, fueron tiempos de bonanza, me iba muy bien, iba a la ciudad de México a comprar y me abrían las puertas de los grandes almacenes, me ofrecían créditos y traía todo lo que quisiera”.

Lamentablemente, dijo, su afición por el juego, las bebidas embriagantes y las mujeres, lo llevaron a perder el negocio, también lo abandonó su familia, “vendí el negocio, vendí la casa, se fue mi familia y la única que me ayudó fue mi hermana, hoy de lo que sale aquí en este puesto, pago mi renta, como y me tiene que alcanzar para hacer pagos del programa compartamos”.

Lee también: ¡Lleve sus mariscos directos del mar… a la combi!

Señaló que hoy su hermana está enferma de diabetes y no puede trabajar por eso él de lo poco que gana vendiendo la mercería en las gradas del mercado Baltazar R Leyva Mancilla, paga también el crédito que obtuvo su hermana; “ella me ayudó mucho cuando yo estaba perdido y hoy trato de retribuirle algo”.

Actualmente ir a México a comprar mercancía es muy diferente a su recuerdo de hace medio siglo, hoy ya no hay créditos, lo que quiera traer lo debe pagar por adelantado, ya no hay atención personalizada de ejecutivos, ahora con dificultad llega al mostrador, para pedir algunas cosas.

Ha subsistido de la mercería casi toda su vida. / Foto: Abel Miranda | El Sol de Acapulco

A pesar de eso su sonrisa y amabilidad no desaparecen nunca, él dice que es muy importante tratar bien al cliente, hacerle sentir confianza para comprarle y si no compra de todas formas una buena sonrisa hace que para su siguiente visita al mercado piense en llevar un hilo, una ajuga u otro producto de su mercería.

Hoy soy muy diferente a aquel hombre que derrochó y perdió todo, “hoy no tomo, ya no apuesto, he iniciado una vida nueva para estar bien conmigo y con Dios”, estableció que hoy no aspira a tener riquezas, sólo lograr llevar este día lo suficiente para el gasto de alimentación y renta.

Juanito reconoció que el programa de pensión para el bienestar ha sido un aliciente para poder seguir en el negocio, “cuando pagan la pensión me voy a México con ese dinero a surtir y entonces ya traigo un poco más de mercancía que se va vendiendo todos los días y así ahí la llevo.

Finalmente al pedirle que recomendara algo a la juventud indicó no soy quien para hacer recomendaciones, pero simplemente les diré pórtense bien, hagan cosas positivas y estarán bien ustedes.

Local

AcaMoto aumenta tonelaje de basura en Acapulco

Saneamiento Básico recolecto un total de 35 toneladas de desechos sólidos en menos de 24 horas de la noche del viernes a la madrugada de este sábado

Policiaca

Turista muere en Playa Suave por presunta congestión alcohólica

Un turista de la CDMX murió por una presunta congestión alcohólica en Playa Suave en la zona de la avenida Costera Miguel Alemán de Acapulco

Local

Adiós a Benito Soria, decano del periodismo policiaco en Acapulco

Pionero en el medio periodístico, Soria Nolasco forjó su nombre y trayectoria por más de tres décadas cubriendo la nota roja para El Sol de Acapulco

Policiaca

Se incendia bodega con material de construcción en Llano Largo

Tres unidades del Cuerpo de Bomberos llegaron al lugar del incendio para sofocar las llamas; la bodega fue consumida por completo

Elecciones 2024

Acusan al político acapulqueño Yair García de violencia familiar

Denuncian ante la Fiscalía que el político ligado al partido Morena, Yair García Delgado, es un hombre violento que acude a la casa de su madre y su abuela a golpearlas

Estado

Salud Guerrero urge medidas de limpieza para abatir dengue

Advierte un panorama desagradable en octubre si no aplican acciones y los casos de esta enfermedad podrían rebasar los contagios actuales