/ jueves 19 de enero de 2023

Acapulco fue bombardeado un 5 de mayo

En pleno desfile conmemorativo a la Batalla de Puebla, el cañonero "General Guerrero" entró por la bocana de la bahía

El puerto de Acapulco alguna vez estuvo bajo un intenso bombardeo por el cañonero “General Guerrero”, un 5 de mayo de 1920, en pleno desfile conmemorativo a la Batalla de Puebla, por órdenes del presidente de la República, Venustiano Carranza Garza, con tanta fortuna que no hubo pérdidas humanas, pero sí daños materiales.

Para entender un poco este episodio negro que vivió este destino de playa, se debe retroceder a la segunda etapa de la Revolución Mexicana, cuando el empresario y político militar, Carranza Vega, se convirtió en primer jefe del Ejército Constitucionalista a la muerte de Francisco I. Madero.

El oriundo de Cuatro Ciénegas, estado de Coahuila, ganó las elecciones el primero de mayo de 1917 y se convirtió en presidente de México, pero vino una revuelta cuando en 1920, trató de imponer como su sucesor al civil, ingeniero Ignacio Bonillas, provocando que el general Álvaro Obregón, se alzará en armas.

Venustiano Carranza ordena que se persiga a Obregón y éste logra escapar disfrazado de maquinista de ferrocarril hacía Guerrero, mientras sus compañeros de armas Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, proclaman el Plan de Agua Prieta, logrando el respaldo de la mayor parte de los mandos castrenses.

Desesperado el presidente ordena la libertad de Silvestre Mariscal, quien en aquel entonces había sido jefe de Operaciones Militares y por breve tiempo gobernador de Guerrero, por cierto, despachaba en una casona que se encontraba en la calle Felipe Valle, pues declaró al puerto como capital del estado.

Lee también: Las 7 Esquinas, cuna de mariscos y vida nocturna

Pero debido al abuso de poder y crímenes que cometió, fue encarcelado por militares cuando acudió a la Ciudad de México, a presentar sus respetos al ministro de Guerra y Marina, por eso después lo liberan y lo restituyen en su cargo de jefe de Operaciones Militares de la entidad, al confiar qué con su amplio conocimiento del terreno y su liderazgo social, acabará con Álvaro Obregón.

Fue cuando da la orden al capitán del cañonero “General Guerrero”, Hiram Hernández, a tomar al puerto de Acapulco, entrando por la bocana y siguiendo la línea de la Península de las Playas, custodiado por los barcos mercantes “San Basilio” y “Josefina”, un 5 de mayo, precisamente cuando el desfile iba a empezar con un recorrido por las principales calles de la ciudad.

La parada cívica era encabezada por el presidente municipal, Juan H. Luz y lo precedía el cabildo en pleno, así como funcionarios públicos, que iban inmaculadamente vestidos de blanco, caqui y crema, aunque no faltó quienes, a pesar del inclemente sol, lucieran el negro y los sombreros de fieltro.

Acapulco alguna vez fue nombrado capital del estado. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

El alcalde inició el desfile, portando gallardamente el lábaro patrio, seguido por los ediles y funcionarios, así como de los contingentes de las escuelas primarias, de las fuerzas armadas y los tradicionales charros, sin hacer menos una banda de guerra.

Repentinamente, se escuchó un fuerte estruendo, que en un principio se pensó que era parte de los cohetones que se iban a lanzar con motivo de tan importante fecha, pero no era así, el capitán del cañonero cumplía las órdenes de destruir la alta antena que estaban en el cerro de la Pinzona.

La intención era cortar la comunicación del telégrafo y dejar incomunicado al puerto, pero la antena conocida como “La Inalámbrica”, permanecía intacta, fue cuando se escucharon otros dos estruendos y hacían añicos los techos de unas viviendas, fue en ese momento que se comprendió que la ciudad estaba siendo bombardeada.

Fue una épica desbandada, encabezada por el alcalde, entre gritos y sollozos, que reinaba en el ambiente, pero también hubo algunos osados que dirigían a los estudiantes a la catedral de nuestra señora “La Soledad” y a la casona municipal, en tanto que las fuerzas armadas trataban de reaccionar y responder al fuego desde la Fortaleza de San Diego.

Un buque cañonero atacó el puerto. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

El incesante bombardeo no cesaba y alcanzó varios techados que se ubicaban en el Barrio del Hospital, lo que provocó el enojo del capitán Hiram Hernández, quien no duda en maltratar al joven artillero, por fallar a sus dos blancos, el Fuerte de San Diego y al cerro de la Pinzona, en donde está la Inalámbrica.

El jefe de la guarnición acapulqueña, coronel Antonio Martínez, después de organizar a su personal, responde con fuego de cañón, aplazados en la fortaleza a cargo de Crisóforo Cárdenas Salas y el teniente coronel retirado, Miguel Velázquez, que logran hacer blanco en el cañonero y lo obligan a la retirada, sin poder desembarcar las tropas que iban en los cargueros “San Basilio” y “Josefina”.

Uno de los impactos lo recibe en la línea de flotación y lo pone en peligro de hacer agua, por lo que no tienen de otra que huir con dirección a Pie de la Cuesta, en tanto que la población permanece en alerta y lista para entrar en acción de ser necesario, pero no hay nada que temer, pues el enemigo declina a seguir en la batalla.

En el recuento de los daños, se contabilizan varias casas con los techos destruidos, incluida la casona municipal y hay por lo menos 60 boquetes, producto del estallido de las bombas, pero lo más gratificante fue que no hubo bajas ni heridos, eso sí muchas crisis nerviosas y algunos espantados.

Del otro lado, cala la derrota y el jefe de Operaciones Militares del estado, Silvestre Mariscal, al verse perdido no duda en comunicarse con el general Álvaro Obregón, quien estaba en Chilpancingo, poniéndose a sus órdenes y a la espera de no ir nuevamente a la cárcel, tras el fracaso de su misión de tomar al puerto de Acapulco y de cortar toda comunicación.

El puerto de Acapulco alguna vez estuvo bajo un intenso bombardeo por el cañonero “General Guerrero”, un 5 de mayo de 1920, en pleno desfile conmemorativo a la Batalla de Puebla, por órdenes del presidente de la República, Venustiano Carranza Garza, con tanta fortuna que no hubo pérdidas humanas, pero sí daños materiales.

Para entender un poco este episodio negro que vivió este destino de playa, se debe retroceder a la segunda etapa de la Revolución Mexicana, cuando el empresario y político militar, Carranza Vega, se convirtió en primer jefe del Ejército Constitucionalista a la muerte de Francisco I. Madero.

El oriundo de Cuatro Ciénegas, estado de Coahuila, ganó las elecciones el primero de mayo de 1917 y se convirtió en presidente de México, pero vino una revuelta cuando en 1920, trató de imponer como su sucesor al civil, ingeniero Ignacio Bonillas, provocando que el general Álvaro Obregón, se alzará en armas.

Venustiano Carranza ordena que se persiga a Obregón y éste logra escapar disfrazado de maquinista de ferrocarril hacía Guerrero, mientras sus compañeros de armas Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, proclaman el Plan de Agua Prieta, logrando el respaldo de la mayor parte de los mandos castrenses.

Desesperado el presidente ordena la libertad de Silvestre Mariscal, quien en aquel entonces había sido jefe de Operaciones Militares y por breve tiempo gobernador de Guerrero, por cierto, despachaba en una casona que se encontraba en la calle Felipe Valle, pues declaró al puerto como capital del estado.

Lee también: Las 7 Esquinas, cuna de mariscos y vida nocturna

Pero debido al abuso de poder y crímenes que cometió, fue encarcelado por militares cuando acudió a la Ciudad de México, a presentar sus respetos al ministro de Guerra y Marina, por eso después lo liberan y lo restituyen en su cargo de jefe de Operaciones Militares de la entidad, al confiar qué con su amplio conocimiento del terreno y su liderazgo social, acabará con Álvaro Obregón.

Fue cuando da la orden al capitán del cañonero “General Guerrero”, Hiram Hernández, a tomar al puerto de Acapulco, entrando por la bocana y siguiendo la línea de la Península de las Playas, custodiado por los barcos mercantes “San Basilio” y “Josefina”, un 5 de mayo, precisamente cuando el desfile iba a empezar con un recorrido por las principales calles de la ciudad.

La parada cívica era encabezada por el presidente municipal, Juan H. Luz y lo precedía el cabildo en pleno, así como funcionarios públicos, que iban inmaculadamente vestidos de blanco, caqui y crema, aunque no faltó quienes, a pesar del inclemente sol, lucieran el negro y los sombreros de fieltro.

Acapulco alguna vez fue nombrado capital del estado. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

El alcalde inició el desfile, portando gallardamente el lábaro patrio, seguido por los ediles y funcionarios, así como de los contingentes de las escuelas primarias, de las fuerzas armadas y los tradicionales charros, sin hacer menos una banda de guerra.

Repentinamente, se escuchó un fuerte estruendo, que en un principio se pensó que era parte de los cohetones que se iban a lanzar con motivo de tan importante fecha, pero no era así, el capitán del cañonero cumplía las órdenes de destruir la alta antena que estaban en el cerro de la Pinzona.

La intención era cortar la comunicación del telégrafo y dejar incomunicado al puerto, pero la antena conocida como “La Inalámbrica”, permanecía intacta, fue cuando se escucharon otros dos estruendos y hacían añicos los techos de unas viviendas, fue en ese momento que se comprendió que la ciudad estaba siendo bombardeada.

Fue una épica desbandada, encabezada por el alcalde, entre gritos y sollozos, que reinaba en el ambiente, pero también hubo algunos osados que dirigían a los estudiantes a la catedral de nuestra señora “La Soledad” y a la casona municipal, en tanto que las fuerzas armadas trataban de reaccionar y responder al fuego desde la Fortaleza de San Diego.

Un buque cañonero atacó el puerto. / Foto: Abraham Martínez | El Sol de Acapulco

El incesante bombardeo no cesaba y alcanzó varios techados que se ubicaban en el Barrio del Hospital, lo que provocó el enojo del capitán Hiram Hernández, quien no duda en maltratar al joven artillero, por fallar a sus dos blancos, el Fuerte de San Diego y al cerro de la Pinzona, en donde está la Inalámbrica.

El jefe de la guarnición acapulqueña, coronel Antonio Martínez, después de organizar a su personal, responde con fuego de cañón, aplazados en la fortaleza a cargo de Crisóforo Cárdenas Salas y el teniente coronel retirado, Miguel Velázquez, que logran hacer blanco en el cañonero y lo obligan a la retirada, sin poder desembarcar las tropas que iban en los cargueros “San Basilio” y “Josefina”.

Uno de los impactos lo recibe en la línea de flotación y lo pone en peligro de hacer agua, por lo que no tienen de otra que huir con dirección a Pie de la Cuesta, en tanto que la población permanece en alerta y lista para entrar en acción de ser necesario, pero no hay nada que temer, pues el enemigo declina a seguir en la batalla.

En el recuento de los daños, se contabilizan varias casas con los techos destruidos, incluida la casona municipal y hay por lo menos 60 boquetes, producto del estallido de las bombas, pero lo más gratificante fue que no hubo bajas ni heridos, eso sí muchas crisis nerviosas y algunos espantados.

Del otro lado, cala la derrota y el jefe de Operaciones Militares del estado, Silvestre Mariscal, al verse perdido no duda en comunicarse con el general Álvaro Obregón, quien estaba en Chilpancingo, poniéndose a sus órdenes y a la espera de no ir nuevamente a la cárcel, tras el fracaso de su misión de tomar al puerto de Acapulco y de cortar toda comunicación.

Local

Ayuntamiento fumiga y abatiza panteones de Acapulco

El Ayuntamiento de Acapulco informó que se va a mantener la fumigación y abatización en panteones previo al inicio de la temporada de lluvias y huracanes

Estado

Guerrero segundo lugar a nivel nacional en incendios forestales

En 20 municipios, 35 incendios forestales acaban con la vegetación en el estado, confirmó la Secretaría de Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil

Finanzas

Acapulco recupera 40 mil empleos después de Otis

Tras el paso del huracán, conseguir un empleo con todas las prestaciones laborales y un salario digno, ha sido el reto de la clase trabajadora, asegura la Canaco

Estado

Urgen construcción del Centro de Identificación Humana

En Guerrero hay miles de cuerpos que se encuentran almacenados en calidad de desconocidos, señala el Colectivo de Familiares de Desaparecidos "Guadalupe Rodríguez Narciso"

Estado

Iglesia católica está bajo riesgo al igual que la sociedad: Párroco

El obispo emérito Salvador Rangel en varias ocasiones expresó haber sido amenazado de muerte, señaló el sacerdote Juan Carlos Flores

Policiaca

Asaltan a una familia en la Autopista del Sol; un muerto

Sujetos armados los atacaron para quitarles el vehículo en el que viajaban, hiriendo al conductor quien falleció cuando era trasladado a un hospital de Chilpancingo