/ lunes 22 de enero de 2024

Violeta del Anáhuac | ¿Silencian voces de mujeres?

“Por su experiencia, talento y visión periodística, Denise (Maerker) es la persona idónea para llevar a cabo el diseño de la agencia periodística de este noticiero”, así señaló un comunicado de Televisa para dar a conocer que la conductora del noticiero En Punto, el estelar de la empresa, salía el 15 de noviembre de 2022, para ir tras bambalinas, a hacer producción de programas de análisis.

“La periodista nos comunicó que en los próximos días asumirá la conducción de un programa matutino en el cuadrante radiofónico de alcance nacional. Le deseamos éxito”, indica el comunicado interno de Milenio de 19 de enero de 2024 para dar a conocer la salida de Azucena Uresti del noticiero “Azucena a las 10”, el de mayor proyección de esa empresa.

En México, durante muchos años, el liderazgo informativo estuvo en manos de varones. En ellos recaía también el liderazgo de opinión. Los noticieros estelares de los canales de Televisión que entraban a todos los hogares tenían el comentario de los hechos según la percepción masculina. No fue fácil romper esa estructura a pesar de que algunas mujeres entraban en el final del Siglo XX a los hogares pero en horarios con menos penetración poblacional y en otros, en los de análisis, en horarios nocturnos, con mayor auditorio masculino, importantes, pero sin tanta audiencia.

Cuando las pantallas de la televisión mexicana mostraron los rostros de las mujeres en noticieros de gran audiencia, de las primeras impresiones que generaron no estuvo del lado del trabajo periodístico, sino de su vestuario, peinado y maquillaje; ellas también tuvieron que romper otra estructura mental para colocarse más allá del contexto de su presencia física y colocar la información, la opinión, desde una posición y una visión distinta, donde siempre estará por supuesto la política editorial de las empresas, pero con un planteamiento de la realidad con otro liderazgo.

Pero el gobierno federal que se cobijó en su etapa de campaña para su crecimiento en la opinión ciudadana de periodistas como Ricardo Rocha, Víctor Trujillo, Ciro Gómez Leyva, Carmen Aristegui, entre otros, siendo gobierno no toleró la crítica, fue claro desde el principio en usar la tribuna desde donde se presenta todos los días para justificar el trabajo de Ejecutivo, que disentía de la opinión de periodistas, y se dedicó, como lo ha hecho sistemáticamente con Carlos Loret, a descalificarlos, menospreciarlos, difamarlos y demás, para quitarles liderazgo de opinión. Incluso con el cierre de Notimex.

Las mujeres en esos liderazgos en este gobierno federal federal fueron silenciadas y les cercenaron los espacios de opinión con mayor audiencia.

Denise moderó, con poco éxito, algunos programas deportivos. Azucena irá a ese otro gran auditorio que representa la radio para hacer trabajo periodístico, los demás están desde las redes generando información nada cómoda para el gobierno en funciones.

Sabemos que el periodismo serio no gusta. Que el periodismo serio incomoda. Que el periodismo serio ayuda a generar políticas de gobierno en gobiernos de apertura, pero en gobiernos autócratas es un peligro pensar. El reto es sostener la prensa, y podrá hacerse si la sociedad cobija todos esos esfuerzos.

“Por su experiencia, talento y visión periodística, Denise (Maerker) es la persona idónea para llevar a cabo el diseño de la agencia periodística de este noticiero”, así señaló un comunicado de Televisa para dar a conocer que la conductora del noticiero En Punto, el estelar de la empresa, salía el 15 de noviembre de 2022, para ir tras bambalinas, a hacer producción de programas de análisis.

“La periodista nos comunicó que en los próximos días asumirá la conducción de un programa matutino en el cuadrante radiofónico de alcance nacional. Le deseamos éxito”, indica el comunicado interno de Milenio de 19 de enero de 2024 para dar a conocer la salida de Azucena Uresti del noticiero “Azucena a las 10”, el de mayor proyección de esa empresa.

En México, durante muchos años, el liderazgo informativo estuvo en manos de varones. En ellos recaía también el liderazgo de opinión. Los noticieros estelares de los canales de Televisión que entraban a todos los hogares tenían el comentario de los hechos según la percepción masculina. No fue fácil romper esa estructura a pesar de que algunas mujeres entraban en el final del Siglo XX a los hogares pero en horarios con menos penetración poblacional y en otros, en los de análisis, en horarios nocturnos, con mayor auditorio masculino, importantes, pero sin tanta audiencia.

Cuando las pantallas de la televisión mexicana mostraron los rostros de las mujeres en noticieros de gran audiencia, de las primeras impresiones que generaron no estuvo del lado del trabajo periodístico, sino de su vestuario, peinado y maquillaje; ellas también tuvieron que romper otra estructura mental para colocarse más allá del contexto de su presencia física y colocar la información, la opinión, desde una posición y una visión distinta, donde siempre estará por supuesto la política editorial de las empresas, pero con un planteamiento de la realidad con otro liderazgo.

Pero el gobierno federal que se cobijó en su etapa de campaña para su crecimiento en la opinión ciudadana de periodistas como Ricardo Rocha, Víctor Trujillo, Ciro Gómez Leyva, Carmen Aristegui, entre otros, siendo gobierno no toleró la crítica, fue claro desde el principio en usar la tribuna desde donde se presenta todos los días para justificar el trabajo de Ejecutivo, que disentía de la opinión de periodistas, y se dedicó, como lo ha hecho sistemáticamente con Carlos Loret, a descalificarlos, menospreciarlos, difamarlos y demás, para quitarles liderazgo de opinión. Incluso con el cierre de Notimex.

Las mujeres en esos liderazgos en este gobierno federal federal fueron silenciadas y les cercenaron los espacios de opinión con mayor audiencia.

Denise moderó, con poco éxito, algunos programas deportivos. Azucena irá a ese otro gran auditorio que representa la radio para hacer trabajo periodístico, los demás están desde las redes generando información nada cómoda para el gobierno en funciones.

Sabemos que el periodismo serio no gusta. Que el periodismo serio incomoda. Que el periodismo serio ayuda a generar políticas de gobierno en gobiernos de apertura, pero en gobiernos autócratas es un peligro pensar. El reto es sostener la prensa, y podrá hacerse si la sociedad cobija todos esos esfuerzos.