/ lunes 29 de enero de 2024

Violeta del Anáhuac | ¿Armar menores?

En Ayahualtempa, localidad del municipio de José Joaquín de Herrera, un grupo de Policías Comunitarios armó a 5 niñas y a 15 niños, lo anunciaron a través de un comunicado emitido por la CRAC-PF (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias - Pueblos Fundadores) y lo cumplieron. Las y los menores fueron presentados ante medios y frente a la Asamblea hicieron el juramento de defender a su pueblo, su patrimonio, su tradición.

Parece un hecho inofensivo, cobró relevancia de tal manera que no solo las imágenes circularon por el estado y el país, si no fuera del mismo, donde la crítica negativa al gobierno estatal no se hizo esperar.

De acuerdo al Comandante Bernabé, que preparó a las y los niños, los niños no saldrán a la búsqueda de los cuatro desaparecidos, una mujer entre ellos, motivo de la acción de armarlos, sino que permanecerán en las localidades donde cumplirán su labor que comprometieron bajo juramento.

Sin embargo, ante este anuncio, el gobierno estatal salió al frente para decir que han estado atendiendo la denuncia de desaparición y que han mantenido contacto permanente con los familiares de las víctimas. Incluso que hay un operativo de búsqueda en el que participan elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la propia Fiscalía General del Estado, que tienen en el lugar una Base de Operaciones Mixtas.

Pero la respuesta gubernamental ahora va más allá: Va hacia la defensa de los menores y las menores. Va hacia el inicio de una carpeta de investigación contra los padres que permitieron esa acción.

De acuerdo a sus comunicados, esto responde al interés de “garantizar la integridad física, psicológica y emocional de los menores” como lo establece la Declaración de los Derechos del Niño.

La acción de proteger a las y los menores sus derechos moviliza también a la Procuraduría del Menor del DIF-Guerrero y citan tratados nacionales e internacionales “para la búsqueda del desarrollo de la niñez en condiciones de libertad y dignidad”.

Este municipio (creado en el año 2002) lleva su nombre en honor al político que aprobó la creación del estado de Guerrero; Ayahualtempa tiene menos de mil habitantes, es una población náhua que está ubicada en la región Centro, en un punto que enlaza a la capital, a través de la carretera federal Tlapa -Chilapa- Tixtla, y por el otro, hacia Mochitlán y el circuito turístico Chilpancingo Azul y los habitantes han señalado que han sido presionados por un grupo de civiles armados que buscan desplazarlos del lugar. Se rigen por Usos y Costumbres, aún cuando las autoridades se eligen por elección.

Ha sido blanco de diversos ataques armados. Han perdido de la vida varios pobladores, y no es un asunto aislado el que busquen armarse para la autodefensa, pero lo medular de esta acción es que siendo una medida de presión a las autoridades para dar con el paradero de las cuatro personas desaparecidas, priven de su derecho a una niñez digna a sus propios hijos e hijas.

Pero en la Montaña Baja la percepción es de que armarlos sea no un asunto de privarlos de su libertad, sino prevenirlos para el futuro atendiendo el presente, sin dimensionar la afectación que pueda dejarles, desarmarlos es un imperativo que hay que sustituir por una formación integral donde la defensa mejor esté en la educación y la cultura.

Las autoridades están en su derecho y hasta obligación de cuidar de todas y todos los menores, pero la violencia ha dejado niñas y niños en la orfandad, si se cambian las condiciones, también impactará en la defensa de sus derechos para tener una vida digna.

En Ayahualtempa, localidad del municipio de José Joaquín de Herrera, un grupo de Policías Comunitarios armó a 5 niñas y a 15 niños, lo anunciaron a través de un comunicado emitido por la CRAC-PF (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias - Pueblos Fundadores) y lo cumplieron. Las y los menores fueron presentados ante medios y frente a la Asamblea hicieron el juramento de defender a su pueblo, su patrimonio, su tradición.

Parece un hecho inofensivo, cobró relevancia de tal manera que no solo las imágenes circularon por el estado y el país, si no fuera del mismo, donde la crítica negativa al gobierno estatal no se hizo esperar.

De acuerdo al Comandante Bernabé, que preparó a las y los niños, los niños no saldrán a la búsqueda de los cuatro desaparecidos, una mujer entre ellos, motivo de la acción de armarlos, sino que permanecerán en las localidades donde cumplirán su labor que comprometieron bajo juramento.

Sin embargo, ante este anuncio, el gobierno estatal salió al frente para decir que han estado atendiendo la denuncia de desaparición y que han mantenido contacto permanente con los familiares de las víctimas. Incluso que hay un operativo de búsqueda en el que participan elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la propia Fiscalía General del Estado, que tienen en el lugar una Base de Operaciones Mixtas.

Pero la respuesta gubernamental ahora va más allá: Va hacia la defensa de los menores y las menores. Va hacia el inicio de una carpeta de investigación contra los padres que permitieron esa acción.

De acuerdo a sus comunicados, esto responde al interés de “garantizar la integridad física, psicológica y emocional de los menores” como lo establece la Declaración de los Derechos del Niño.

La acción de proteger a las y los menores sus derechos moviliza también a la Procuraduría del Menor del DIF-Guerrero y citan tratados nacionales e internacionales “para la búsqueda del desarrollo de la niñez en condiciones de libertad y dignidad”.

Este municipio (creado en el año 2002) lleva su nombre en honor al político que aprobó la creación del estado de Guerrero; Ayahualtempa tiene menos de mil habitantes, es una población náhua que está ubicada en la región Centro, en un punto que enlaza a la capital, a través de la carretera federal Tlapa -Chilapa- Tixtla, y por el otro, hacia Mochitlán y el circuito turístico Chilpancingo Azul y los habitantes han señalado que han sido presionados por un grupo de civiles armados que buscan desplazarlos del lugar. Se rigen por Usos y Costumbres, aún cuando las autoridades se eligen por elección.

Ha sido blanco de diversos ataques armados. Han perdido de la vida varios pobladores, y no es un asunto aislado el que busquen armarse para la autodefensa, pero lo medular de esta acción es que siendo una medida de presión a las autoridades para dar con el paradero de las cuatro personas desaparecidas, priven de su derecho a una niñez digna a sus propios hijos e hijas.

Pero en la Montaña Baja la percepción es de que armarlos sea no un asunto de privarlos de su libertad, sino prevenirlos para el futuro atendiendo el presente, sin dimensionar la afectación que pueda dejarles, desarmarlos es un imperativo que hay que sustituir por una formación integral donde la defensa mejor esté en la educación y la cultura.

Las autoridades están en su derecho y hasta obligación de cuidar de todas y todos los menores, pero la violencia ha dejado niñas y niños en la orfandad, si se cambian las condiciones, también impactará en la defensa de sus derechos para tener una vida digna.