/ viernes 28 de enero de 2022

Nos duele el artero crimen de la periodista Lourdes Maldonado

“Crónica de un feminicidio anunciado”, sería el título de este crimen. Se trata de que la periodista Lourdes Maldonado López ya había externo su temor de ser asesinada. Y no sólo eso, había pedido protección.

En 2019 la periodista que había trabajado en varios medios de Tijuana expuso su situación al presidente Andrés Manuel López Obrador a quien le pidió apoyo y justicia laboral, además de comentar temer por su vida, debido a un problema laboral con una empresa del ex gobernador Jaime Bonilla. El año pasado se le proporcionó el apoyo a través del programa Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, sin embargo, no lograron el objetivo, toda vez que Lourdes Maldonado fue asesinada el pasado domingo 23 de enero del año en curso.

También en el año 2019 su muerte nuevamente había sido anunciada, cuando su auto fue baleado para amedrentarla. Recientemente, se dio a conocer a través de los medios que, por fin, había ganado el juicio laboral. Días después, el 17 de enero, su compañero fotoperiodista, Margarito Martínez recibió un balazo en la cabeza, que sucedió su muerte.

Por este hecho, ella alzó su voz y le dedicó su programa, a través del cual exigía que se hiciera justicia y no quedara impune su asesinato. La respuesta fue acallarla para siempre el 23 de enero, misma que es una advertencia para las y los periodistas.

El gremio periodístico consternado e indignado, se ha volcado por las calles de los estados de la República con consignas como: “No se mata la verdad asesinando periodistas”, “No más periodistas asesinados” “No queremos un minuto de silencio”, para exigir que se haga justicia por estos dos crímenes ocurridos en Tijuana Baja California, más otro perpetrado contra José Luis Gamboa en Veracruz, con el que se suman tres, en lo que va del año. Y es que ser periodista se ha convertido en una causal de muerte, debido a quienes se ven afectados por el periodismo de investigación y descubiertos en negocios ilícitos por los comunicadores, no pueden permitirlo, respondiendo de manera violenta.

Nos duele el artero crimen de la periodista Lourdes Maldonado. Nos duele que asesinen a compañeros que se ganan la vida ejerciendo este oficio. Nos duele el feminicidio de Miroslava Breach, y de otras quince mujeres periodistas. Nos duele doblemente que asesinen a las mujeres, ya que alrededor de una mujer hay hijas e hijos, madres, padres y hermanas que esperan su llegada. Nos duele porqué cuando lastiman a una mujer, nos lastiman a todas.

“Crónica de un feminicidio anunciado”, sería el título de este crimen. Se trata de que la periodista Lourdes Maldonado López ya había externo su temor de ser asesinada. Y no sólo eso, había pedido protección.

En 2019 la periodista que había trabajado en varios medios de Tijuana expuso su situación al presidente Andrés Manuel López Obrador a quien le pidió apoyo y justicia laboral, además de comentar temer por su vida, debido a un problema laboral con una empresa del ex gobernador Jaime Bonilla. El año pasado se le proporcionó el apoyo a través del programa Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, sin embargo, no lograron el objetivo, toda vez que Lourdes Maldonado fue asesinada el pasado domingo 23 de enero del año en curso.

También en el año 2019 su muerte nuevamente había sido anunciada, cuando su auto fue baleado para amedrentarla. Recientemente, se dio a conocer a través de los medios que, por fin, había ganado el juicio laboral. Días después, el 17 de enero, su compañero fotoperiodista, Margarito Martínez recibió un balazo en la cabeza, que sucedió su muerte.

Por este hecho, ella alzó su voz y le dedicó su programa, a través del cual exigía que se hiciera justicia y no quedara impune su asesinato. La respuesta fue acallarla para siempre el 23 de enero, misma que es una advertencia para las y los periodistas.

El gremio periodístico consternado e indignado, se ha volcado por las calles de los estados de la República con consignas como: “No se mata la verdad asesinando periodistas”, “No más periodistas asesinados” “No queremos un minuto de silencio”, para exigir que se haga justicia por estos dos crímenes ocurridos en Tijuana Baja California, más otro perpetrado contra José Luis Gamboa en Veracruz, con el que se suman tres, en lo que va del año. Y es que ser periodista se ha convertido en una causal de muerte, debido a quienes se ven afectados por el periodismo de investigación y descubiertos en negocios ilícitos por los comunicadores, no pueden permitirlo, respondiendo de manera violenta.

Nos duele el artero crimen de la periodista Lourdes Maldonado. Nos duele que asesinen a compañeros que se ganan la vida ejerciendo este oficio. Nos duele el feminicidio de Miroslava Breach, y de otras quince mujeres periodistas. Nos duele doblemente que asesinen a las mujeres, ya que alrededor de una mujer hay hijas e hijos, madres, padres y hermanas que esperan su llegada. Nos duele porqué cuando lastiman a una mujer, nos lastiman a todas.

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