/ viernes 5 de abril de 2024

La difícil tarea de ser papá y docente

Ahí se lo encargo profe, cuídemelo, dele de comer, edúquelo, arréglelo, hágase usted responsable de él; pero no me le grite, tampoco lo castigue y mucho menos me mande llamar para que yo me haga responsable. PD: También abráselo y dígale que lo quiero, ¡¡porque yo no tengo tiempo!!!

Hoy en día es difícil entender a la sociedad, y, sobre todo, a este sector que son los padres de familia en el contexto escolar. Algunos dedicados y preocupados por lo nuevo que les aterra, pero sin dejar de lado la responsabilidad de cuidar del futuro del país. Otros tantos van lidiando con sus problemas; familiares, económicos, funcionales, tales como padres alcohólicos, ausentes y madres con un alto grado de frustración. Estos últimos dos con problemas, pero aun preocupados por sus hijos y van avanzando, en lo educativo, familiar y un poco social. Pero que tal el tercero que no lo he descrito y que a continuación profundizare.

Un día normal en la secundaria trabajando, aquí, en Chilpancingo, me manda llamar mi director muy de mañana, todavía con café en mano cargado y sin azúcar, para darle pasión al día laboral. Me recibe y me presenta con un padre de familia; papá y mamá de un alumno de secundaria. El padre salta luego, luego a la de pelear y expresa con sublime voz de arcángel enojado, sacando su soberbia en todas las formas, diciendo lo siguiente: "Mi hijo dice que los maestros tienen algo personal contra él y que no ha cometido nada de lo que aquí dice en el acta de hechos", donde en esta se relataba lo siguiente: Fulano de tal golpeó en la cara a su compañero de grupo y se burló de perengano mientras exponía en clases de Biología. Con una baqueta de tambor la lanza y golpea en el rostro a su maestra. A la hora de receso empuja a un compañero sobre la cancha y le fractura el brazo. Se le lleva a Dirección por todo esto y se escuda diciendo que de todos modos su papá y su mamá lo van ayudar. Le leía el acta el director al señor; el papá decía que no es cierto, que esto lo inventábamos nosotros y que se iba a llevar a su hijo a otra secundaria, cuando ya tenia el antecedente de haber sido expulsado de una secundaria pública.

Recuerdo cuando me tocó recibir a esta familia con su hijo y llenar la ficha. Casi venia con la idea de que nosotros teníamos la responsabilidad de cambiar a su hijo, y que en nuestras manos lo dejaba para corregirlo, casi, casi botando su responsabilidad de padres.

En el transcurso de meses nos dimos cuenta que el estilo de crianza que tenia en casa no era el más adecuado. Eran padres ausentes, permisivos con el varón, pero con la niña no, de 16 años, mayor. Con ella era más autoritario, estricto, lleno de normas; todo lo contrario, que con el adolescente. Lo de ella ya lo contaré en otra historia. Los padres se llevaron a ambos de la escuela. Han pasado los años y ella está estudiando para Medicina en la UNAM, él intenta terminar el bachillerato, tras dos ciclos reprobados, con problemas de adicciones a sustancias, alcoholismo, y también a mamá se le han perdido joyas. Así los chismes de las mamás y algunos de los excompañeros de él y exalumnos de un servidor.

Hoy en la Psicología uno se topa con cada estilo parental (crianza) que uno solo dice ¡¡¡aay Dios mío!!! ¿A estos niños quien los cuida y educa? La Tablet, el celular, la pantalla, juanita, la abuela, menos ellos, y lo peor: la falta de responsabilidad ante los hechos, y sobre todo frente a la crianza permisiva, ausente de no poner normas, limites, castigos, dar recompensas, nada de amor, atención, 5 minutos de calidad, de convivencia o de un simple ¿Cómo te fue hoy en la escuela? Haber enséñame lo que hiciste, tus trabajos, ¡Excelente campeón, muy bien!, acompañada de algo afectivo.

Sabemos que en los tiempos de antes papá no lo hacia porque era hombre y asi lo habían educado, y solo era tarea de mamá. Ahora de los dos no se hace uno para ayudar a estos niños, adolescentes y jóvenes. Este sector de la sociedad quiere que le resuelvan todo y dejar de actuar como organismos responsables de lo que hacen y dejan de hacer.

Apliquemos un estilo de crianza democrático y cuando tenga que ser autoritario para corregir, hagámoslo. Despertemos de la letanía irresponsable de no vivir con conocimiento y verdad objetiva.

Ahí se lo encargo profe, cuídemelo, dele de comer, edúquelo, arréglelo, hágase usted responsable de él; pero no me le grite, tampoco lo castigue y mucho menos me mande llamar para que yo me haga responsable. PD: También abráselo y dígale que lo quiero, ¡¡porque yo no tengo tiempo!!!

Hoy en día es difícil entender a la sociedad, y, sobre todo, a este sector que son los padres de familia en el contexto escolar. Algunos dedicados y preocupados por lo nuevo que les aterra, pero sin dejar de lado la responsabilidad de cuidar del futuro del país. Otros tantos van lidiando con sus problemas; familiares, económicos, funcionales, tales como padres alcohólicos, ausentes y madres con un alto grado de frustración. Estos últimos dos con problemas, pero aun preocupados por sus hijos y van avanzando, en lo educativo, familiar y un poco social. Pero que tal el tercero que no lo he descrito y que a continuación profundizare.

Un día normal en la secundaria trabajando, aquí, en Chilpancingo, me manda llamar mi director muy de mañana, todavía con café en mano cargado y sin azúcar, para darle pasión al día laboral. Me recibe y me presenta con un padre de familia; papá y mamá de un alumno de secundaria. El padre salta luego, luego a la de pelear y expresa con sublime voz de arcángel enojado, sacando su soberbia en todas las formas, diciendo lo siguiente: "Mi hijo dice que los maestros tienen algo personal contra él y que no ha cometido nada de lo que aquí dice en el acta de hechos", donde en esta se relataba lo siguiente: Fulano de tal golpeó en la cara a su compañero de grupo y se burló de perengano mientras exponía en clases de Biología. Con una baqueta de tambor la lanza y golpea en el rostro a su maestra. A la hora de receso empuja a un compañero sobre la cancha y le fractura el brazo. Se le lleva a Dirección por todo esto y se escuda diciendo que de todos modos su papá y su mamá lo van ayudar. Le leía el acta el director al señor; el papá decía que no es cierto, que esto lo inventábamos nosotros y que se iba a llevar a su hijo a otra secundaria, cuando ya tenia el antecedente de haber sido expulsado de una secundaria pública.

Recuerdo cuando me tocó recibir a esta familia con su hijo y llenar la ficha. Casi venia con la idea de que nosotros teníamos la responsabilidad de cambiar a su hijo, y que en nuestras manos lo dejaba para corregirlo, casi, casi botando su responsabilidad de padres.

En el transcurso de meses nos dimos cuenta que el estilo de crianza que tenia en casa no era el más adecuado. Eran padres ausentes, permisivos con el varón, pero con la niña no, de 16 años, mayor. Con ella era más autoritario, estricto, lleno de normas; todo lo contrario, que con el adolescente. Lo de ella ya lo contaré en otra historia. Los padres se llevaron a ambos de la escuela. Han pasado los años y ella está estudiando para Medicina en la UNAM, él intenta terminar el bachillerato, tras dos ciclos reprobados, con problemas de adicciones a sustancias, alcoholismo, y también a mamá se le han perdido joyas. Así los chismes de las mamás y algunos de los excompañeros de él y exalumnos de un servidor.

Hoy en la Psicología uno se topa con cada estilo parental (crianza) que uno solo dice ¡¡¡aay Dios mío!!! ¿A estos niños quien los cuida y educa? La Tablet, el celular, la pantalla, juanita, la abuela, menos ellos, y lo peor: la falta de responsabilidad ante los hechos, y sobre todo frente a la crianza permisiva, ausente de no poner normas, limites, castigos, dar recompensas, nada de amor, atención, 5 minutos de calidad, de convivencia o de un simple ¿Cómo te fue hoy en la escuela? Haber enséñame lo que hiciste, tus trabajos, ¡Excelente campeón, muy bien!, acompañada de algo afectivo.

Sabemos que en los tiempos de antes papá no lo hacia porque era hombre y asi lo habían educado, y solo era tarea de mamá. Ahora de los dos no se hace uno para ayudar a estos niños, adolescentes y jóvenes. Este sector de la sociedad quiere que le resuelvan todo y dejar de actuar como organismos responsables de lo que hacen y dejan de hacer.

Apliquemos un estilo de crianza democrático y cuando tenga que ser autoritario para corregir, hagámoslo. Despertemos de la letanía irresponsable de no vivir con conocimiento y verdad objetiva.