Tras su derrota en el proceso electoral del 2018, el excandidato a gobernador por la coalición PRI-PRD al gobierno de Guerrero Mario Moreno Arcos, confirmó que no renunciará al Partido Revolucionario Institucional y que buscará la candidatura a senador para participar en las elecciones de 2024.
En entrevista con medios de comunicación, el priista develó sus aspiraciones políticas y ratificó su permanencia en las filas del tricolor, a pesar que aceptó que lo invitaron dirigentes de Movimiento Ciudadano a sumarse a sus filas, empero, aclaró que no está en sus planes renunciar al PRI.
En su análisis sobre el panorama político, dijo convencido que la alianza PRI-PAN-PRD tiene posibilidades de dar la batalla por la presidencia de la República, “a pesar que Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) utiliza los programas sociales con fines electorales”.
Sin embargo, aseguró que al partido en el poder se le está complicando afianzar triunfos, al bajar escandalosamente su preferencia en las urnas a pesar del respaldo del inquilino de Palacio Nacional, pues existe un descontento social por el fracaso de la estrategia de seguridad y las políticas públicas.
El capitalino Moreno Arcos, reiteró que aspira ser candidato a senador por el Revolucionario Institucional y de la alianza electoral que se acuerde con institutos polìticos opositores, empero, si no se logrará concretar sus aspiraciones aplicará el plan B, que es postularse a diputado federal, incluso, volver a competir por la alcaldía de Chilpancingo.
Su confianza de poder contender y obtener un triunfo en el proceso electoral venidero, lo fundamenta en los resultados de las elecciones en el Estado de México y Coahuila, en donde aseguró que hubo injerencia del gobierno federal con programas sociales y la movilización de activistas, servidores de la nación y a los mismos beneficiarios de los programas sociales.
Admitió que la derrota en el Estado de México hubo el dispendio de dinero público, antes y después de la jornada electoral para afianzar el triunfo de Delfina Gómez, pero es importante señalar que pese a todas las irregularidades que se cometieron, no ganó con 20 puntos de ventaja como lo pregonó Morena, pues en realidad se perdió por 8 puntos.
Explicó que esto indica que cada vez le alcanza menos a Morena a lograr triunfos, pues no solo se usaron los programas sociales, también se tuvo que emplear recursos hasta fuera de la ley, como fue la entrega de apoyos económicos y despensas 2 y 3 días antes de la elección”, indicó.
Dentro de todo esto, reconoció que el gran reto que tiene el PRI para los próximos comicios es consolidar la unidad interna, pues aceptó que hay grupos conflictuados por la expansión del periodo de su dirigente nacional Alejandro Moreno.
Pero, optimista consideró que habrá capacidad para ponerse de acuerdo, porque el enemigo del PRI no está dentro, está fuera y tienen muy en claro quien es, refirió Mario Moreno Arcos.