París, Francia.- Francia prepara el cierre de centralesnucleares más ambicioso jamás emprendido hasta ahora en el mundo:el ministro de la Transición Ecológica y Solidaridad, NicolasHulot, anunció que estudia el cierre de “hasta 17” de los 58reactores que existen en el país para reducir la dependencia de laenergía nuclear.
Ese plan ambicioso, considerado “demagógico”, también fuecriticado por irrealista por razones técnicas y económicas.
Hulot, un icono del movimiento ecologista que en formasorpresiva fue invitado por el presidente Emmanuel Macron aingresar a su gobierno en mayo pasado, indicó que el cierre de lasplantas se hará en forma progresiva hasta el año 2025.
De esa manera, el país podrá cumplir el objetivo definido enla ley de transición energética de reducir en 50 % la proporcióndel nuclear en la producción de electricidad, aseguró en unaentrevista por la emisora RTL.
Hulot rehusó dar otras precisiones y pidió tiempo paraplanificar la globalidad del problema. “Pueden ser hasta 17reactores […] pero hay mirar todos los componentes del problema[…] porque cada reactor presenta una situación económica,social y de seguridad diferente”, agregó.
La cifra anticipada por el ministro corresponde a lasrecomendaciones formuladas por el Tribunal de Cuentas. En suúltimo informe, ese alto organismo de control sugirió cerrar“entre 17 y 20 centrales”, es “un tercio” del parquefrancés, para cumplir con el objetivo de 2025.
Solo Alemania emprendió hace cuatro años un programaigualmente ambicioso al decidir el desmantelamiento total de suparque nuclear, pero ese país solo disponía en total de 17plantas contra 58 en Francia.
En los meses que siguieron al desastre de Fukushima, en 2013, elgobierno de la canciller Angela Merkel detuvo la actividad en 8centrales y prometió que el resto cerrará en forma progresivaantes de 2022.
El cese de actividad de los reactores franceses anunciado porHulot significará un duro golpe para la compañía nacional deelectricidad EDF, principal operador de esas centrales, queesperaba poder seguir operando esas centrales por lo menos durante30 años más. EDF es también el primer productor mundial deenergía eléctrica de origen nuclear.
Numerosos expertos consideran que será extremadamente difícilpoder cumplir el objetivo de reducir el componente nuclear en laproducción de electricidad de 76,4% en la actualidad a 50% en2025.
Francia ocupa el segundo lugar mundial, detrás de EstadosUnidos, por cantidad de energía nuclear y primera por densidad depoblación.
En Francia operan actualmente 58 reactores nuclearesdistribuidos en 19 centrales. La parte de energías renovables(hidráulica, eólica, solar y bioenergías) representa, por suparte, 17,4%, mientras que la energía térmica (producida a partirde materias fósiles) ocupa un modesto 6,2%.
Hulot dijo que, al mismo tiempo que se reducirá la cantidad deplantas nucleares, se buscará aumentar la proporción de lasenergías renovables con el objetivo de subir su peso relativo a32% en 2030.
Los expertos, que califican el programa de Hulot de“irrealizable” y de “anuncio demagógico”, son escépticossobre la viabilidad de la transición. Para compensar la ausenciade la energía de origen nuclear, será necesario multiplicar portres la actual capacidad del parque solar y eólico en lospróximos ocho años objetivo difícil de concretar.
El proyecto también es criticado desde el punto de vistatécnico, pues “apagar” un reactor se puede hacer en pocassemanas, pero desmantelar una central exige entre 15 y 35 años,como demuestran las experiencias de Chooz y Brennilis, enFrancia.
Los especialistas también advierten sobre el costo de eseproceso. EDF calculó que el desmantelamiento de 17 centralescostaría, como mínimo, 6.000 millones de euros por reactor. Peroesa cifra fue juzgada excesivamente optimista en un estudioreciente realizado por una comisión parlamentaria.
El jueves pasado, Hulot también presentó un ambicioso planclimático para este quinquenio, que incluye la prohibición devender automóviles alimentados por gasolina o diesel a partir de2040.
Ante esa cascada de anuncios colosales, algunos analistaspolíticos se preguntan si Hulot no es víctima del síndrome quesufren esos personajes a los que alude el proverbio que dice:“Quien mucho abarca…”