Las mujeres artesanas de la localidad de Tlamacazapa, perteneciente al municipio de Taxco de Alarcón han innovado sus diseños que tejen con hojas de palma y con rapidez ante la experiencia elaboran bolsas, canastas, maletas y una variedad de figuras que han cautivado a turistas nacionales y extranjeros.
En esta comunidad náhuatl, que se ubica a 40 minutos del pueblo mágico de Taxco de Alarcón, las mujeres que se cubre su cabeza y parte del cuerpo con su rebozo negro, una tradición, se mantienen de la elaboración de esta artesanía.
Con su destreza, las mujeres toman largas tiras de palma que antes tienen que pasar por diferentes procesos de preparación para elaborar sus bolsas con diseños de colores que atraen la vista de los compradores.
Zenaida Cortés Magdalena, Isabel Ocampo Solís y Edmunda Gutiérrez Baltazar relataron que en las familias es una tradición aprender a tejer la palma porque de eso se mantienen en la comunidad, además del campo.
Edmunda Gutiérrez Baltazar, de 58 años de edad, dijo que las mujeres de Tlamacazapa se dedican a tejer por algunas horas porque también deben de hacer los quehaceres del hogar.
Para incrementar sus ventas, las artesanas dicen que han tenido que innovar sus diseños y ahora los clientes piden bolsas con adornos de flores o pompones multicolores, portafolios para las computadoras o iPad y también para el celular.
“Tejemos de todo, pero también le vamos buscando para que se guarden las computadoras o para un portacelular y trabajamos surtidos desde tortillero, canastos y bolsas”, dijo Edmunda Gutiérrez.
Lamentó que cuando salen a vender sus piezas hechas de palma, a pesar de que son adquiridas con rapidez por gustar a los turistas, algunos clientes piden costos más baratos y no valoran su trabajo.
Edmunda, dijo que antes de la pandemia por Covid-19, se iba a vender sus bolsas a Chalma, con los peregrinos, pero todo paró y sus ventas disminuyeron y cuando tiene pedido especial se quedan en su comunidad a terminar sus tejidos.
Las mujeres tejen con rapidez una bolsa y un canasto, mientras que Isabel Ocampo calienta el agua para agregar la pintura de anilina y darle color a la palma que se utilizará en la elaboración de una bolsa.
Isabel Ocampo afirmó que ella en sus piezas artesanales hechas de fibra de palma utiliza hasta 10 colores para dar un diseño atractivo.
Tortilleros, cestos para ropa, bolsas para niñas en forma de cerditos, portacelulares, lapiceras, floreros, canastos para frutas, alhajeros, portafolios para computadora o para guardar documentos y otros diseños son elaborados con un toque de innovación.
Conforme van tejiendo, las artesanas mojan la hoja de palma para que no se rompa al momento de hacer el tejido de petate y el anudado.
“La palma, al momento de tejer, se tiene que mojar porque seco no se puede, se quiebra, no se puede trabajar pues se revienta la palma”, dicen las mujeres tejedoras.
Rufina Fermín Procopio es otra artesana de Tlamacazapa y ella aprendió a tejer también a los seis años de edad y han tomado talleres para elaborar otros diseños como bolsas de figuras, como muñecas, cerditos, burritos, y otros animalitos, lo cual le ha generado un incremento en sus ventas.
Refirió que una bolsa de cerdito tiene un costo de 100 pesos, pero se puede elaborar de tamaños más grandes y su costo oscila desde 150 a 170 pesos.
En Tlamacazapa, ubicada en la zona norte de Guerrero, Ponciano, se estima que entre 8 a 10 mil personas integran esta comunidad indígena que hablan náhuatl y las mujeres y algunos hombres se dedican a las artesanías y al campo.
Sebastián Gregorio Moreno, coordinador de los artesanos de Tlamacazapa, explicó que las mujeres indígenas de esta comunidad se han estado innovando en tejer diversas piezas de palma, antes elaborar piezas “comunes” como el petate, el canasto para la tortilla, el canasto para el pan, el cesto para la ropa y ahora hacen incrustaciones de tejido de palma en joyería y portafolios para una computadora.
La palma que se utiliza para tejer lleva un proceso de 10 días y se corta en la región dos tipos de palma, una es la “sazona” y otra que es la de “Costilla”.
Explicó que con la palma blanca se realizan nudos y la palma verde o sazona se utiliza para hacer la base de las diferentes piezas como una bolsa o canasto.
Dijo que la palma tierna se desmenuza, se cose con agua caliente y se seca al sol por varios días por los dos lados y es necesario para que la palma quede blanca y se tenga un color adecuada para el trabajo artesanal que elaboran.
La pintura que se utiliza es anilina, pero también la palma puede ser pintada con colores naturales como café, jamaica y otros. Comentó que tanto hombres y mujeres salen a las cinco de la mañana a cortar la palma y se debe aplicar un corte adecuado para que esta planta siga creciendo.