A pesar de que se hizo una inversión económica de 130 millones de pesos para la remodelación y rescate de la imagen del Zócalo de Acapulco, este lugar donde acuden miles de turistas nacionales e internacionales en cada temporada de vacaciones y fines de semana, se encuentra en un total abandono, con servicios deficientes de alumbrado público, sin recolección de basura, sin seguridad, además de la invasión de comerciantes ambulantes e incluso enfermos mentales que deambulan en este punto turístico del puerto.
En el mes de junio del 2014 a través del Fondo Nacional de Fomento del Turismo (Fonatur), se destinaron los 130 millones de pesos, para un proyecto de remodelación que desde un principio fue rechazado por organizaciones sociales y asociaciones defensoras de la zona Tradicional de Acapulco, por calificarlo como no adecuado para esta zona céntrica del puerto.
Hoy en día la obra que no se concluyó en un 100 por ciento, mantiene a la plaza Juan Álvarez, convertida en un muladar debido a la suciedad en la que se encuentran desde las jardineras hasta el piso, las bancas y calles aledañas que se encuentran inconclusas, llenas de tierra debido a que tampoco se terminaron pese al millonario recurso que se destinó.
La suciedad, el descuido y la presencia de ambulantes que comercializan todo tipo de mercancía en la plaza central y enfermos mentales que se pasean durante las 24 horas del día, será parte de la imagen que en esta temporada de vacaciones de Semana Santa se dará a los miles de visitantes que se esperan lleguen al puerto de Acapulco a partir de este ocho de abril, fecha en la que inician los días de asueto.
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La inversión de los 130 millones de pesos en el 2014 por el gobierno federal, es la segunda que se destina a una remodelación de la imagen del Zócalo desde 1978 que fue inaugurado como parte de un atractivo turístico para Acapulco.
El estado de suciedad, abandono y de malos olores en el que se encuentra actualmente la plaza Juan Álvarez donde se ubica también la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, principal santuario católico de la ciudad, es el resultado de un cuestionado trabajo que se hizo con la remodelación, la colocación de materiales de baja calidad y la falta de un buen mantenimiento que los gobiernos de Acapulco, no han realizado para rescatar un poco la deteriorada imagen que tiene el Zócalo.
En esta temporada de vacaciones de Semana Santa, el Zócalo será un punto de reunión para miles de visitantes nacionales y propios residentes, que fuera de disfrutar de una imagen de limpieza y de buenos servicios, tendrán que vivir un momento de desolación al caminar por un sitio sucio, oscuro, sin ningún atractivo a pesar de contar con fuentes danzarinas que se colocaron dentro del proyecto de rescate turístico y que hoy en día se encuentran inservibles por falta de mantenimiento por las autoridades de gobierno.
De haber sido un lugar de un gran interés turístico para turistas nacionales e internacionales, el Zócalo de Acapulco pasó a ser un sitio desolado, donde sobresalen la suciedad, la invasión de áreas públicas, la falta de servicios, áreas verdes abandonadas y problemas de inseguridad.
A este punto de la ciudad se busca en la presente administración volver a colocar un kiosco con una inversión superior a los 15 millones de pesos, cantidad que fue integrada al presupuesto de egresos de este año, con dicha obra que para muchos acapulqueños representa una inversión millonaria, las autoridades pretenden recuperar la imagen que se tenía hasta antes del 2014, cuando fue demolido el kiosco como parte de la remodelación del Zócalo que por muchos años estuvo en el centro de la plaza Juan Álvarez.
