El deporte del que todos están hablando ha logrado juntar familias y estrechar lazos de amistad, puesto que, a pesar de que la mayoría de los juegos son transmitidos en un horario laboral, a lo largo de la zona turística y también en colonias populares, se pueden observar personas viendo la televisión o escuchando la radio para seguir de cerca la emoción del futbol.
El partido mundialista de la Selección Mexicana contra Corea conjuntó a porteños y turistas, quienes acudieron a bares, restaurantes, cines y hasta la tiendita de la esquina, para no perder de cerca el acontecer del partido que da esperanza a un municipio con muchas aristas.
Desde muy temprana hora, en las calles de la ciudad se pudieron apreciar acapulqueños luciendo “la verde”, desde el taxista hasta el mesero; desde los abogados hasta el gelatinero; todos apoyando a la selección para transmitirle la buena vibra en contra de un adversario que se mostró muy ligero.
Luego del silbatazo final y de que la Selección Mexicana saliera avante ante una selección coreana cabizbaja, el júbilo de la gente no se hizo esperar, puesto que fue imposible evitar lanzar un grito muy peculiar. “Viva México Cabrones”, se escuchó al unísono en la Diana Cazadora, fue prácticamente un grito de Guerra que de las entrañas surgió, mientras que en la Costera se reunieron para festejar.
En su mayoría turistas, piden a gritos a la selección que no afloje el paso frente a los retos que vendrán por delante, para que no se confíen y continúen con el liderazgo de su grupo y lograr la victoria.
