A pocos días que los cuatro cementerios de la ciudad sean visitados por miles de acapulqueños en el tradicional Día de Muertos, miles de familias no podrán acompañar a sus seres queridos, por no saber su paradero o porque ya reposan en la fosa común de algún panteón sin haber sido identificados.
La tragedia que se padece en Guerrero, por el recrudecimiento de la violencia y los asesinatos que se cometen diariamente en el territorio guerrerense, ha provocado la saturación de cadáveres sin identificar almacenados en los sistemas de refrigeración del Servicio Médico Forense (Semefo), en los principales municipios de este estado suriano.
El puerto de Acapulco, por ser el municipio más grande, en cuanto a población se refiere, se vive un vía crucis para los parientes de personas que son privadas de la vida de manera violenta, y es uno de los que más cuerpos almacena en sus sistemas de refrigeración.
Esto a pesar de que en las cámaras frigoríficas sólo hay capacidad para aproximadamente 270 cuerpos en los tres principales municipios, lo que contrasta con los 750 existentes, por lo que está rebasada la capacidad que tienen los Servicios Periciales para el manejo de cadáveres y eso se debe en gran medida a que no se destina presupuesto para crear nuevas instalaciones forenses, ni las condiciones necesarias para el registro genético, médico y dactiloscópico de restos.
De acuerdo con información de fuentes del Semefo, la acumulación es por el aumento de la violencia en el estado, así como por el lento trabajo del personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, que se retrasan en los exámenes de genética forense.
“Han tenido contratiempos por la acumulación de restos y esto es un problema añejo en el estado, que no se ha puesto atención en los Semefo”, revelaron las fuentes.
Esta realidad impacta también en los espacios de descanso eterno, como ocurre en el municipio de Acapulco, aquí el director de Panteones, Ignacio Pérez Parra, reconoció que en los últimos días se ha tenido un aumento en cuanto al número de sepelios y destacó que el 50 por ciento son de personas que pierden la vida por casos violentos.
Indicó que el resto de los fallecimientos que se registran en los panteones de Acapulco y de acuerdo a datos que son presentados por los mismos familiares, se dividen en un 25 por ciento por causas naturales y el 25 restante son por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
En entrevista, el funcionario porteño expresó que los cuatro panteones de Acapulco, Las Cruces, Garita, San Francisco y El Palmar, están listos en un 100 por ciento en cuanto a servicios de limpieza, agua, alumbrado y seguridad se refiere, para recibir a los familiares de los difuntos este primero y dos de noviembre.
Abundó que son tres los cementerios, Las Cruces, Garita y San Francisco -el primero en formarse en los años 1800 en la ciudad-, que están totalmente llenos en cuanto a bóvedas, mientras que en El Palmar aún se tienen nueve hectáreas para seguir recibiendo a todos aquellos que mueren por distintas causas.
“De los cuatro camposantos que se tienen en la ciudad, en tres de estos, Las Cruces, Garita y San Francisco, ya no se tienen espacios y sólo son sepultados familiares de quienes ya cuentan con una bóveda pagada con el concepto de perpetuidad y títulos de propiedad, mientras que en El Palmar hay lugar para seguir recibiendo a personas fallecidas, pues en este lugar aún no se utiliza ni una hectárea de las que fueron aprobadas para el mausoleo”, dijo Ignacio Pérez Parra.
En septiembre de este año, El Sol de Acapulco informó que en el estado se tienen casi 800 cadáveres en espera de ser identificados y reclamados; en el Semefo del puerto hay cinco cámaras frigoríficas con una capacidad para 150 cuerpos, donde existen alrededor de 300, en Chilpancingo tres cámaras para 90 y en Iguala tienen una sola cámara para 30.
Asimismo, hay cadáveres almacenados desde 2011 en las cámaras frigoríficas, y al menos el 80 por ciento fueron víctimas de violencia.
El pasado 22 de abril, 31 cadáveres que no fueron reclamados en el Semefo por sus familiares en Acapulco, fueron enviados al Panteón Estatal Forense, ubicado en Chilpancingo, para su identificación y conservación.
Se indicó que los restos permanecieron en el Semefo desde 2016 y 2017 provenientes de Acapulco, Coyuca de Benítez y San Marcos que abarca la Fiscalía Regional, así como algunos de Costa Grande y Costa Chica.
El 22 de marzo, la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Salud estatal informaron en un comunicado que se habían contabilizado 60 cuerpos inhumados en Acapulco, además de 67 de la región Centro y 52 de la zona Norte que sumaban ya mil 979.
Todos estos quedaran en el olvido, en tanto que sus familiares no podrán recordarlos en este día de los fieles difuntos, mientras que otros, recodaran con amargura su pronta partida debido a la violencia y el resto, una vez más invadirán los panteones para recordar, como lo marca ya una tradición, a todos los que ya se adelantaron en el camino sin retorno.
