La principal avenida de la franja costera del puerto de Acapulco cumplió 76 años de haber sido inaugurada por el entonces presidente de la República, Miguel Alemán Valdés, que dio pie a la modernidad y ser el distintivo del turismo en México.
En efecto, se trata de la costera Miguel Alemán, que por cierto, otro dato curioso, es que tenía tres nombres, avenida Caleta, que comprendía de Caleta a playa Tlacopanocha, avenida de la Nao, que contemplaba de Tlacopanocha al hotel Las Hamacas y, Paseo del Morro, que iba del Hotel Hamacas a la localidad de Icacos.
Según datos del ex regidor Javier Morlet Macho, en aquella época el gobernador de Guerrero era el político militar, Baltazar Reyes Leyva Mancilla, quien atendió la petición de empresarios y hoteleros para gestionar e iniciar esta importante avenida, cuyo nombre original sería Nicolás Bravo, obviamente, después de ser inaugurada y ya con los nuevos diseños que unía a Caleta con Icacos.
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Dijo que de acuerdo a datos históricos, para construir esta importante arteria turística, la Junta Federal de Mejoras Materiales tuvo que modificar los caminos, como el de Acapulco-Caleta, construido en 1920 y cuya topografía era de terracería, tal y como se ilustra en viejas fotografías que se exhiben en museos y oficinas de gobierno.
Está carretera partía de la península de Tlaco de Panocha, cuando aún existía la playa, para descender entre la vegetación del Barrio de Manzanillo, que seguía hasta Tambuco, por lo que se tuvieron que hacer cortes en los cerros para tener un trazo más lineal de la calzada hacia las playas Caleta y Caletilla.
Se trabajo en un nuevo trazo en el área de Tlacopanocha, se hicieron cortes a los cerros La Pinzona y se empezó la ampliación del malecón y Guadalupe Victoria, construidos en 1930, que está donde hoy se encuentra el muelle fiscal, que fueron incorporados a la nueva calzada, que cambiaron, para siempre, el rostro del viejo Acapulco.
La playa Hornitos también fue rellenada para que tuviera conectividad con El Fuerte de San Diego, que bordea por el lado del mar y continúa hacia Icacos, además fueron construidos nuevos puentes de mampostería para cruzar los arroyos de Aguas Blancas, El Camarón y Los Amates, subcuencas del anfiteatro de la bahía.
Finalmente, después de que se colocó el concreto, en una fiesta de carnaval y ya colocadas las luminarias, la noche del lunes 28 de febrero de 1949 se inauguró la carretera costera que se llevó tres años de arduos trabajos en distintos puntos, para tenerla lista dentro del plazo, antes que concluyera el mandato del gobernador Leyva Mancilla.
Una última anécdota, fue que en medio de efusividad y algarabía por la nueva calzada, alguien propuso que se le cambiara el nombre de Nicolás Bravo y se le pusiera el del presidente de la República, por lo que ni tardos ni perezosos, los integrantes del cabildo del ayuntamiento, en sesión de cabildo fast track le pusieron avenida costera Miguel Alemán, que es como se le conoce en la actualidad.
