Al celebrarse la fiesta de la Sagrada Familia, luego del nacimiento de Jesús, el arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Leopoldo González González dijo que tener en brazos a un niño es el haberle respetado su derecho a vivir, que es lo más fundamental.
Durante su mensaje que dio a los feligreses durante la homilia, señaló que la Iglesia prolonga la celebración del nacimiento de Jesús durante 8 días y se invita a las familias a contemplar detenidamente lo que Dios ha hecho para arraigar más profundamente la alegría de su amor.
“Tocar, acariciar, es la expresión más espontánea del amor...Una de las cosas más bonita de las familias es la caricia de mamá y papá a sus hijos, recibir la caricia del abuelo o una abuela”.
El arzobispo pidió a Dios la bendición a los padres, que la hacen muchas veces, por diferentes circunstancias, para sus hijos de madre y padre.
También recomendó a los padres no dejar de acercar a los nietos a los abuelos, ni tampoco dejar de hablarle a sus hijos de sus Jesús.
El prelado de la iglesia católica, agradeció a los padres que durante está pandemia, estuvieron ayudando a sus hijos en su formación escolar con las clases en línea en casa.
“Gracias por animarles, preguntarles, por buscar aclarar sus dudas, pero una gratitud más grandes, es por enseñarles a vivir en el hogar como hijos y hermanos y a colaborar por el bien común, gracias por enseñarles algunas habilidades y destrezas que ustedes aprendieron y que les ha ayudado a salir adelante en la vida ”.
Agradeció el esfuerzo de los niños y jovenes por aprender en casa los contenidos de la escuela y la sabiduría de sus padres.
El arzobispo Leopoldo González, dijo que admira a las madres y padres, porque a pesar de las circunstancias adversas no se dejan abrumar y han ayudado a quienes sufren o están solos en estos días.
“Desde el inicio del adviento, hemos buscado abrir nuestro hogar al niño Jesús, quitando todo tipo de violencia y nos hemos esforzado para que se escuche con más frecuencia entre nosotros, gracias, por favor, permiso, te quiero y cuando sea necesario perdón. Jesús ha llegado a su hogar y él es nuestra paz”, refirió el Arzobispo en su mensaje durante la homilia.