El anuncio de la liberación de quien fuera la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, provocó reacciones encontradas entre maestros y dirigentes de partidos políticos, quienes consideraron que es tema de la justicia.
El presidente del Comité Estatal del Partido Revolucionario Institucional, Heriberto Huicochea Vázquez, consideró que si el magistrado del Primer Tribunal Unitario Penal, Miguel Ángel Aguilar López declaró procedente un incidente de sobreseimiento o cancelación de las acusaciones por delincuencia organizada y lavado de dinero en contra de Gordillo, se debe acatar.
Dijo que, como dirigente del PRI, era respetuoso del fallo de la autoridad y por tanto, prefería esperar que se informe a detalle en qué se basaron pata emitir este fallo, pero no podía opinar más porque no conocía a fondo el caso.
En estos mismos términos opinó el secretario general del Partido de la Revolución Democrática en Acapulco, Bulmaro Cabrera Rojas, quien señaló que este caso se politizó y mucho tiene que ver en este fallo que se dio a favor de la que fuera dirigente del SNTE.
Fue puntual al precisar que compete a las instancias de gobierno hacer lo procedente, porque en esos casos si existe la comisión de un delito como los que se le formularon en la acusación que se le hizo, se debe de actuar conforme a derecho.
Mientras que la responsable de la Comisión Política de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), Adolfina Bautista Vázquez, dijo que no tenía opinión y que en su momento fijarán una postura.
Sin embargo, adelantó que su lucha seguirá siendo por un sindicalismo democrático e incluyente, nunca más un sindicato “charro”, postura que fue apoyada por el secretario general de la sección 14 del SUSPEG, Robespierre Moreno Benicio, quien también opinó que respetan el fallo del tribunal.
También señaló que en los próximos días fijarán una postura sobre este fallo, pero en estos momentos se iban a documentar sobre cómo se llevó este proceso y se favoreció a Elba Esther Gordillo, dictándosele su libertad a cinco años y meses que estuvo en prisión.