Maestros de la CETEG, normalistas de Ayotzinapa e integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota, encararon a elementos armados de la Marina en el marco de una marcha que realizaron por la zona turística donde, además, realizaron pintas en el acceso a las instalaciones navales.
El contingente partió del Centro Internacional Acapulco (CIA) con dirección a la Base Naval y en el marco del este recorrido que se hace en el día de la Libertad de Expresión, retornarán con dirección a la Diana Cazadora, donde se advierte que realizarán un bloqueo.
Encabezados por el responsable de la Comisión Política de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), Walter Emanuel Añorve Rodríguez, los inconformes avanzan sobre la principal vialidad de Acapulco lanzando consignas contra las autoridades y reclamando la presentación con vida de los normalistas.
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La protesta se realizó a pesar de la amenaza del gobierno municipal y del estado, de no permitir más bloqueos y la posibilidad de detener a los participantes de estas acciones fuera de la ley.
Los docentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero convocaron a un mitin este martes, pero finalmente organizaron la marcha por la Costera, en sentido de Caleta a la Base, a la que se sumaron normalistas de Ayotzinapa.
El punto álgido se vivió al llegar a la base de la Octava Región Naval, en donde Marco Antonio Suástegui Muñoz encaró al personal de guardia de la Marina y los normalistas lo siguieron, pero se logró evitar la confrontación.
Los empujones e insultos fue la postal del momento, hasta que se entabló un diálogo y se reforzó la seguridad, con el latente riesgo de desbordarse los ánimos, reclamando a los militares, en particular por la alteración del basurero de Cocula.
Mientras que en la glorieta los maestros de la CETEG y normalistas de Ayotzinapa, reclamaban la falta de resultados en la investigación sobre la desaparición de los 43 estudiantes.
Un equipo antimotín de infantes de Marina se preparó para repeler cualquier intento de irrumpir en las instalaciones de la Base Naval, pero finalmente Marco Antonio Suástegui Muñoz se tranquilizó y atendió el diálogo.