El cocodrilario que representaba un atractivo turístico que generaría un gran impacto nacional e internacional para la zona de Puerto Marqués, quedo en el olvido, hoy en día no existe nada de lo que fue inaugurado por el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo en el año 2010.
Este atractivo donde se tenía crías de anfibios y algunas otras especies que serían expuestas a turistas nacionales, internacionales y a propios acapulqueños, represento para el estado un gasto económico superior a dos millones de pesos y hoy no se cuenta ni con las cabañas que lo complementaban como imagen del lugar.
El cocodrilario, se complementaba con unas cabañas, puentes de madera que comunicaban a la zona donde se encontraban los cocodrilos, así como una área de descanso para los turistas que ingresaban, además de un servicio de recorridos a bordo de lanchas mismo que también dejó de funcionar al extinguirse el lugar.
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En el 2010, el ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, inauguró el cocodrilario y meses después en menos de un año, dejó de funcionar y fue cerrado provocando con esto que los animales (cocodrilos), abandonaran el lugar y empezaran a salir a la laguna y en la propia playa poniendo en riesgo la integridad física de los propios visitantes y acapulqueños.
Este segundo proyecto turístico que fracasó en la zona de Puerto Marqués y playa Revolcadero, el cocodrilario y los paseos en lanchas rápidas que tampoco dio el resultado esperado en cuanto al impacto turístico que se esperaba para el área Diamante de Acapulco.
Hoy en día entre la maleza y la fauna de la laguna negra de Puerto Marqués y Playa Revolcadero, hay grandes reptiles que si son de peligro en el lugar porque son vistos y salen de su hábitat y son admirados por quienes acuden a las playas de estos dos sitios turísticos del puerto.
El funcionamiento del cocodrilario, cumplió desde un principio con todas las normas ecológicas y ambientales que marcan la ley, esto según de cloraciones de quien fungió en el 2010 como secretario de Secretaría de Medio Ambiente en el estado, Sabás Arturo de la Rosa Camacho.
Además, se dio cumplimiento a la norma oficial, como son las Unidades de Manejo Ambiental (UMA) que determinan la conservación de la vida silvestre además el de impulsar la cría de estos reptiles en un ambiente como lo representó en ese momento la laguna negra de Puerto Marqués.