Al son de la trompeta, el violín y las guitarras, se escuchó con fervor: "Desde el cielo una hermosa mañana, desde el cielo una hermosa mañana.
La Guadalupana, la Guadalupana, la Guadalupana bajó al Tepeyac..."
Así iniciaron su peregrinación los mariachis, quienes acompañados por sus familias, cargaron la imagen de la reina de los Mares y con flores, incluidos globos, iniciaron la procesión de la gasolinera Modelo a la catedral de nuestra señora La Soledad.
Se trata de hombres y mujeres, que vistiendo sus trajes de charros, participan en la celebración a la madre de Dios, como cada 12 de diciembre.
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Con esto, agradecen por los favores recibidos y piden por que el cierre de año les vaya mejor, pero sobre todo que tengan salud y bienestar.
La columna avanzó por un carril de la avenida Cuauhtémoc, sin dejar de entonar la canción: "llegada llenó de alegría, su llegada llenó de alegría, de luz y armonía, de luz y armonía, de luz y armonía todo el Anáhuac".
Cuando terminaba el coro, con el mismo sentimiento, la trompeta inundaba el ambiente con su sonido, siguiendo el mismo compás del primer verso.
Al llegar al zócalo, coincidieron con otras peregrinaciones que también honran a la Virgen santísima de Guadalupe, para esperar pacientes que el párroco bendiga su imagen y retornar al apuntó de partida, para degustar un buen pozole y un trago de mezcal.
