Los empresarios adheridos de la Canaco en Acapulco invirtieron más de 18 millones de pesos en adecuar áreas específicas para fumadores y cumplir con la ley federal antitabaco, a pesar de que no hubo una “cacería de brujas” con los operativos, algunos establecimientos reportaron una caída de ventas del 5 por ciento por no permitir a sus clientes fumar al interior.
Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) en Acapulco, recordó que ayer quedó suspendida la ley federal anti tabaco la cuál no permitió que se fumara en establecimientos aunque contaran con las áreas adecuadas.
“Esta ley antitabaco se promulgó en enero de este año, solo durando siete meses, donde se afecto a esta industria que representa una importante derrama económica para el país”, refirió.
Comentó que llena de beneplácito para los restauranteros, discotecas y propietarios de bares que se haya cancelado esta ley antitabaco porque ya se había hecho una inversión importante en las áreas de fumadores.
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Martínez Sídney, dijo que en Acapulco los empresarios invirtieron 18 millones de pesos para que negocios adecuaran áreas específicas para fumadores pero con la nueva ley esos espacios quedaron sin ocuparse.
“Fueron 18 millones de pesos la inversión de las áreas especificas para él área de fumadores y que estaba ahí como una inversión que se había hecho y por eso era un tema que afectaba la actividad económica de cualquiera, que invierte una cantidad importante y que no pueda ser utilizada como se había contemplado en un principio”.
Recordó que se abrieron terrazas, ventanales, se delimitaron áreas y eso tiene una afectación económica para el empresario.
Dio a conocer que las empresas toman sus decisiones de manera independiente en aplicar el reglamento y no permitir fumar en ciertas áreas.
“Sigue habiendo las restricciones en los espacios de las Empresas que así decían permitir el fumar en sus establecimientos pero ya no es una obligación el prohibirles el consumo del cigarro en cualquier área no destinada para el mismo consumo”.
Mencionó que Acapulco no hubo “una cacería de brujas” con los operativos por parte de Cofepris, Copriseg y salud en contra de los negocios que no cumplieran con el reglamento de la ley antitabaco en comparación con la Ciudad de México que se implementaron medidas estrictas.
Dijo que los únicos establecimientos que “batallaron” contra esta ley Antitabaco son las tiendas de conveniencia porque no podían exhibir el producto.
Refirió que hubo mucha responsabilidad por parte de los empresarios que así lo solicitaban a través de sus meseros y le pedían al cliente que apagaran su cigarro o que se pasará afuera del inmueble para fumar. “Los mismos empresarios establecieron sus reglas acatando la disposición”.
En Acapulco la prohibición de fumar dejó caídas de ventas de un 5 por ciento en los establecimientos, “si se aplicó la prohibición pero no hubo una cacería de bruja”.
Refirió que hoy nuevamente se reactivan los procedimientos mercantiles con la industria del tabaco, que es sin duda una de las más poderosas del país.
