Cansados del confinamiento por el Covid-19, los integrantes de la familia Soberanis aprovecharon que las playas de Acapulco están abiertas y se vinieron a vacacionar por cuatro días para olvidarse de los problemas y relajarse.
Quisieron salir de la rutina, tomaron sus vehículos, rentaron una casa y provenientes de la Ciudad de México y Estado de México, llegaron al puerto de Acapulco el día Lunes.
Son diez integrantes de tres familias Soberanis, llegaron a la playa Revolcadero a descansar por algunas horas , tomar el sol para agarrar color, nadar y deleitar de algunos mariscos.
Federico Soberanis, comentó que rentaron su pequeña y tradicional sombrilla de Palapa en 150 pesos con cuatro sillas, una bocina en 150 pesos la hora y escuchar un poco de música.
Para ahorrar algunos pesos, la familia Soberanis se coopero y compraron su cubeta, echaron sus cervezas, refrescos y aguas y la llenaron de hielo para que estén bien frías y puedan disfrutarlas mejor ante el calor de Acapulco.
Don Federico, dijo que hace un año no salieron de vacaciones, estuvieron encerrados y respetando el confinamiento, y es, que entre la familia hay un adulto mayor que tienen que cuidar mucho.
“Hasta ahorita salimos de vacaciones, estuvimos encerrado, hace un año no salimos y al saber que las playas de Acapulco estaban abiertas nos venimos a descansar, salir de la rutina y relajarnos un rato”, precisó.
La familia Soberanis Méndez, Figueroa y Emiterio, disfrutaban de un rico ceviche que ellos mismos prepararon y después nadaron un rato a pesar de que el oleaje era alto.
“La estamos pasando bien y estamos tomando las medidas de debemos de tomar, en la playa no traemos cubre bocas porque estamos comiendo, pero a los lugares donde tenemos que ir lo usamos, tomamos gel, nos limpiamos el calzado en los tapetes sanitizantes y guardamos la distancia”.
Federico Soberanis, aseguró que toman las medidas sanitarias para regresar bien de salud a su lugar de origen, luego de que su estadía en Acapulco concluye este jueves Santo, y antes de que arribe la segunda oleada de turistas.
En la playa Revolcadero, durante estas vacaciones de Semana Santa, la zona federal se ha convertido en un estacionamiento, donde los turistas pueden meter bajo la sombra de una enramada sus vehículos y se evitar el caminar.
En la entrada a la playa Revolcadero sólo hay un improvisado filtro sanitario que pusieron los mismos restauranteros. Una mesa con una sombrilla , un bote de plástico rellenado de gel y sin la atención de alguna persona que te ofrezca el desinfectante o te exija el cubre bocas.