/ jueves 6 de junio de 2024

¿Que es ser periodista?

Dentro de unos días se conmemora el Día de la Libertad de Expresión que es una de las fechas que se toma en cuenta para que el gremio periodístico sea festejado. Un aplauso a su labor. Pero, ¿quiénes son esos periodistas?

Informador, redactor, articulista, reportero, corresponsal, enviado, comentarista, gacetillero, cronista y hasta periodiquero. Así define la RAE al periodismo. En algunas personas existe la creencia que solamente el que anda tras la noticia (reportero) es el que es digno de llamarse periodista. Faltó el fotógrafo gráfico, el monero y el conductor de noticias, entre otros. Ser periodista no quiere decir que “yo sí soy y aquellos no”. Afortunadamente en el gremio periodístico casi todas y todos se conocen, pero todavía persiste la arrogancia de algunos. Por ejemplo, hay quienes opinan que los comentaristas no lo son; o los que hacen caricaturas o quienes dirigen los medios, o las y los conductores de programas de noticias. Es de suponer que tienen que vivir específicamente del periodismo; sin embargo, este medio no es bien pagado, por lo que alternativamente algunos buscan ingresos de donde se pueda. De allí también, el chayote, las dádivas o compensaciones (el que esté libre de culpa que arroje el primer periodicazo). Nos referimos a los que viven con ciertos lujos, porque es verdad que no se puede vivir con esos salarios irrisorios. En el caso de los conductores de noticias de una empresa prestigiada, los sueldos son mejores.

¿También entran en el periodismo las entrevistas exclusivas, donde se pide una cantidad por hablar de las cualidades del o la entrevistada, además de aparecer su fotografía en las portadas de las revistas y hasta en las partes traseras de los autobuses? Y responderán: que todo se vale.

Todo esto es el mundo del periodismo, de camaraderías, de competencias, de compañerismo, de pertenencia; porque no se puede andar solo, debido a que el ser humano es gregario, lo que se reafirma cuando los varones del medio periodístico se reúnen después de su trabajo. En las mujeres no es muy común porque si tienen hijos e hijas, tienen que ir a hacer la comida y otras labores.

Es cierto que al periodista se le trata muchas veces con desprecio, o como impertinentes y otras veces con poco respeto, pero con todos los calificativos (fi-fi) que quieran poner; este oficio es de los más, sagaces y de los más interdisciplinarios, que no tienen horario. No obstante, los comunicadores gozan de cierto prestigio, por esa recurrencia de escuchar sus nombres, (todo mundo los conoce) y hasta lo citamos para afirmar una noticia; aunque todos los periodistas son merecedores de un trato digno; hay algunas excepciones, como los que se codean con los políticos y hasta se hacen compadres.

Sea de la forma que sea las y los periodistas merecen un aplauso a su labor, sin ellas y ellos no hubiéramos crecido en sociedad, ni en las redes sociales.

Dentro de unos días se conmemora el Día de la Libertad de Expresión que es una de las fechas que se toma en cuenta para que el gremio periodístico sea festejado. Un aplauso a su labor. Pero, ¿quiénes son esos periodistas?

Informador, redactor, articulista, reportero, corresponsal, enviado, comentarista, gacetillero, cronista y hasta periodiquero. Así define la RAE al periodismo. En algunas personas existe la creencia que solamente el que anda tras la noticia (reportero) es el que es digno de llamarse periodista. Faltó el fotógrafo gráfico, el monero y el conductor de noticias, entre otros. Ser periodista no quiere decir que “yo sí soy y aquellos no”. Afortunadamente en el gremio periodístico casi todas y todos se conocen, pero todavía persiste la arrogancia de algunos. Por ejemplo, hay quienes opinan que los comentaristas no lo son; o los que hacen caricaturas o quienes dirigen los medios, o las y los conductores de programas de noticias. Es de suponer que tienen que vivir específicamente del periodismo; sin embargo, este medio no es bien pagado, por lo que alternativamente algunos buscan ingresos de donde se pueda. De allí también, el chayote, las dádivas o compensaciones (el que esté libre de culpa que arroje el primer periodicazo). Nos referimos a los que viven con ciertos lujos, porque es verdad que no se puede vivir con esos salarios irrisorios. En el caso de los conductores de noticias de una empresa prestigiada, los sueldos son mejores.

¿También entran en el periodismo las entrevistas exclusivas, donde se pide una cantidad por hablar de las cualidades del o la entrevistada, además de aparecer su fotografía en las portadas de las revistas y hasta en las partes traseras de los autobuses? Y responderán: que todo se vale.

Todo esto es el mundo del periodismo, de camaraderías, de competencias, de compañerismo, de pertenencia; porque no se puede andar solo, debido a que el ser humano es gregario, lo que se reafirma cuando los varones del medio periodístico se reúnen después de su trabajo. En las mujeres no es muy común porque si tienen hijos e hijas, tienen que ir a hacer la comida y otras labores.

Es cierto que al periodista se le trata muchas veces con desprecio, o como impertinentes y otras veces con poco respeto, pero con todos los calificativos (fi-fi) que quieran poner; este oficio es de los más, sagaces y de los más interdisciplinarios, que no tienen horario. No obstante, los comunicadores gozan de cierto prestigio, por esa recurrencia de escuchar sus nombres, (todo mundo los conoce) y hasta lo citamos para afirmar una noticia; aunque todos los periodistas son merecedores de un trato digno; hay algunas excepciones, como los que se codean con los políticos y hasta se hacen compadres.

Sea de la forma que sea las y los periodistas merecen un aplauso a su labor, sin ellas y ellos no hubiéramos crecido en sociedad, ni en las redes sociales.

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