Cierto que a través de la historia nos hemos proyectado como un estado con mujeres y hombres aguerridos, invencibles; que lucharon y fueron protagonistas de los más importantes eventos y decisiones históricas para bien de la Nación, que se registraron en estos lugares. Nos basta mencionar algunos sucesos como: Los Sentimientos de la Nación; el Plan de Ayutla; la Guerra de Independencia, la Cuna de la Bandera Mexicana y un sinfín de acciones que cambiaron el rumbo de la Historia y son orgullo de ser guerrerense.
Cierto que el estado de Guerrero fue cuna de algunos personajes que lucharon por ideales o personajes que ofrendaron su vida por la causa libertaria como, Pablo y Hermenegildo Galeana, Vicente Guerrero, Juan Álvarez, Nicolás y los hermanos Bravo, Isidoro Montes de Oca etc.
Cierto también que entre los mejores poetas, músicos y escritores están Juan Ruiz de Alarcón, Ignacio Manuel Altamirano, Rubén Mora Gutiérrez, Juan García Jiménez, José Agustín Ramírez, Juan Reynoso, y entre otros más, Vidal e Indalecio Ramírez
Cierto que entre las mejores playas de México y bellezas incomparables del mundo se encuentran Acapulco, Zihuatanejo y playas de Costa Grande y Costa chica..
Y también es cierto que aquí en Chilpancingo se redactaron “Los Sentimientos de la Nación” para que las y los ciudadanos de México tuvieran paz y buena convivencia con estas reglas sociales, de paz y justicia.
Y que las y los guerrerenses, a pesar de no ser conformistas como se demostró en las gestas heroicas, somos un pueblo afectuoso, de buenas costumbres, de grandes mujeres como Benita Galeana, Macrina Rabadán, María de la O, Eucaria Apresa, Antonia Nava de Catalán, entre otras
Y de nuestros abuelos que criaron y formaron hijos e hijas con los mejores ejemplos de rectitud, de convivencia, de trabajo de buena vecindad, de respeto…
Entonces ¿De dónde salieron estos rufianes, malandros, que secuestran incendian, matan, destruyen y alteran la paz social de un estado tan hermoso en tradiciones, de gran cultura, de arte culinario, de pueblos mágicos, de riqueza en lenguas originarias, de bellezas naturales de flora y fauna?
No es posible que la ambición y el poder acaben con las esperanzas; que la gente abandone sus hogares y lugares de origen; que siembren el miedo donde se les antoje; que Chilpancingo y otros pueblos se encuentren en llamas y que los festejos de tradiciones de fiestas populares y cívicas se vean opacadas por unos cuantos que amedrentan, matan y destruyen para que, por ejemplo, se decida no llevar a cabo la Feria de Iguala que desde hace muchos años se ha convertido en una gran fiesta.
