A cinco meses del 2018, la incidencia de violencia que azota a Guerrero, ha causado la muerte de 22 miembros de las fuerzas de seguridad de los tres niveles de gobierno.
De acuerdo con cifras oficiales, en lo que va del año que comprende del 1 de enero al 29 de mayo, suman 17 policías de distintas corporaciones de seguridad pública y cinco efectivos del Ejército asesinados en el estado, haciendo un total de 22 homicidios.
En 2017 y en lo que va del año las corporaciones policiacas han sufrido 11 ataques armados cuando hacen recorridos o investigaciones en la Costa Grande; y según el reporte del Grupo de Coordinación Guerrero las bandas criminales que operan en la zona son el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que también tiene presencia en Acapulco, La Familia Michoacana, Guardia Guerrerense, Sangre Nueva Guerrerense, Los Viagras y Los Cornudos.
El mayor número de policías asesinados, que suman nueve ejecuciones, son de la Policía del Estado, seguidas de la Policía Municipal en distintos municipios del estado, con el mismo número de homicidios de efectivos del Ejército, mientras que en la Policía Ministerial se han registrado tres muertes.
Uno de ellos ocurrió la madrugada de este martes (29 de mayo), donde luego de un operativo implementado por la Policía Ministerial para capturar al presunto homicida del supervisor del INE, ocurrido el 21 de mayo, fue asesinado el coordinador regional de la Policía Ministerial de la región Centro, Wenceslao Zempoalteca Elizalde y un comandante resultó herido con un disparo durante un enfrentamiento.
Otro caso destacado ocurrió el 17 de abril, donde seis policías estatales fueron asesinados en una emboscada en la comunidad Las Mesillas, en la sierra de Zihuatanejo, quienes tenían el tiro de gracia y les robaron sus armas de cargo; además, en el enfrentamiento armado en El Coacoyul, 10 civiles armados murieron, un policía ministerial resultó herido y el intercambio de balas duró una hora.
El 30 de abril, el director operativo de la Secretaría de Seguridad Pública de Chilapa, Isidro Casarrubias Tlatempa y un policía que lo acompañaba, fueron hallados desmembrados envueltos en bolsas de plástico adentro de un vehículo, a una cuadra de la central de autobuses de Estrella Blanca y Estrella de Oro en Chilpancingo. Dos días antes desaparecieron cuando se dirigían a la ciudad capital a estudiar en una escuela particular.
Quince días antes (16 de marzo), fue hallado el cadáver de un militar originario de Veracruz adscrito al 109 Batallón de Infantería, en un cuarto que rentaba en la colonia Centro de Atoyac en la Costa Grande; en Acapulco el 3 de marzo, el comandante de la Policía Investigadora Ministerial, Héctor de la Rosa Moreno, fue asesinado a balazos, al menos por dos hombres, cuando se encontraba fuera de servicio debido a que contaba con una incapacidad.
En ese mismo municipio, el 24 de febrero, tras una persecución en la colonia Emiliano Zapata, un comandante de la Policía Municipal fue acribillado a balazos por un grupo armado, y el 28 de enero, pero en el municipio de Tepecoacuilco, otro militar del 27 Batallón de Infantería con sede en Iguala fue hallado torturado, ejecutado a balazos, atado de los pies y manos, cubierto con una manta.