Empujando su "diablito" que acondicionó para vender sus tacos de canasta, recorre las calles en busca de clientes doña Gloria, quien durante 17 años ha tenido que afrontar los peligros derivados de la inseguridad y cuidado de no contagiarse del Covid-19.
Este viernes, después de pagar un taxi especial desde su hogar ubicado en la colonia La Mira, se trasladó a la Unidad Deportiva de Acapulco , para aprovechar que cientos de personas acuden el refuerzo de la vacuna anti covid.
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Al llegar, busca un espacio en donde no estorbe, pero que sea visible para sus clientes potenciales y empieza a ofrecer sus tacos, “acérquese, hay de chicharrón, mole, papa, frijol, carne, requesón y pollo. ¿Cuántos les sirvo?
¿Me puede dar una entrevista?
¿No quiere tacos?
No, solo la entrevista…
Diga que quiere saber.
¿Desde cuándo se dedica a esta actividad y antes que hacia?
Yo me dedicaba a mi hogar, pero me quede sola, porque soy madre soltera, con tres hijas y un hijo varón, por eso decidí salir a vender tacos de canasta para mantener a mi familia, desde hace 17 años.
¿Y cómo le va con la venta?
Por fortuna bien, de aquí sacó para el sustento de mi hogar y para cubrir los estudios de mis hijos.
Sin distraerse, doña Gloria, se refiere que también surte pedidos en fiestas o concentraciones, sólo deben llamar a su teléfono y preparar la cantidad que le pidan.
Debido a la aglomeración de la gente, tiene que mover el "diablito", que lo hace con extraordinaria habilidad y con facilidad, producto de 17 años de experiencia recorriendo calles y avenidas , para ganarse la vida en el puerto de Acapulco, hoy amenazado con una cuarta ola de contagios de Covid-19.