La avalancha de turistas que se dejó venir a las playas de Acapulco viven su propio Viacrucis en este viernes santo, al sortear el abuso de los prestadores de servicios, encontrar un espacio para estacionarse así como un buen lugar para descansar frente al mar.
Lo peor aún es vacacionar en Acapulco y vivir el congestionamiento vehicular que se registra en cada periodo vacacional.
Edgar llegó junto con sus dos amigos a la playa del Princess, ubicado en la zona Diamante de Acapulco y los primeros en darle la bienvenida fueron los “viene viene”, quienes le cobraron 100 pesos por un espacio.
Relató que conforme va pasando las horas, la tarifa va bajando. Y es, que a otros amigos que llegaron alrededor de las 12:00 del día, los “viene viene” le cobraron 200 pesos.
Ingreso a la playa con su hielera llena de cervezas para evitar gastar mucho con los prestadores que también te ofrecen este servicio.
Pero Egdar tuvo que desembolsar otros 400 pesos para la renta del toldo con cuatro sillas, pero tuvo que “regatear” el costo para que el prestador de servicio le bajara 100 pesos, pues su costo era de 500 pesos.
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“Varían los precios, están cobrando de 100 a 300 pesos para estacionarse, toldos y sombrillas de 400 a 500 pesos con cuatro sillas y ya si quieres silla extra te cobran de 50 a 30 pesos”.
Edgar dice que no hay para dónde correr pues todos tienen los mismos precios, “al ver que todo está igual accedes, todos tienen los mismos precios”.
La familia Catalán Vázquez, provenientes del Estado de México, tuvieron que pedir ayuda a un prestador de servicio para que les buscara un buen lugar en la franja a de arena y es que la playa estaba llena.
Hasta le ayudaron al prestador de servicio a carga las sillas y mesa para correr y apartar lugar.
En la entrada de la Playa del Princess, los prestadores turístico te ofrecen un nuevo servicio, ahora llevan en una carretilla tu hielera, bolsa de hielo y todo lo que requieras trasladar para evitar que cargues y la propina es “voluntaria”.
